Atlético de Madrid

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Betis-Atlético cosa de locos (2-2)

Koke adelantó a los de Simeone, que no supieron cerrar un partido que debieron ganar. Remontaron los de Mel y Falcao empató «in extremis»

Betis-Atlético cosa de locos (2-2)
Betis-Atlético cosa de locos (2-2)larazon

Falcao marcó en la última jugada para que el Atlético no saliera derrotado del Villamarín de un partido que debió ganar, pero que no acertó a sentenciar y vio como el Real Betis, espoleado en su amor propio, le dio la patada definitiva que le aleja de la «Champions». Son las grandezas y las miserias del equipo de Diego Simeone, que se tendrá que conformar, salvo milagro, con jugar la próxima temporada la Liga Europa, la competición que le va como anillo al dedo.
Lo del Benito Villamarín era un examen complicado y así resultó. Pero más por deméritos propios que por virtudes verdiblancas, aunque este Betis de Pepe Mel es amigo del buen juego, de la triangulación, del toque y las posesiones largas para que el contrario se canse, deje huecos y de ese modo, poder dar una dentellada al Atlético.
Sin embargo, el Betis mordió poco y fueron los rojiblancos los que más trabajaron en busca del triunfo, ya que era obligado ganar para seguir soñando con la Liga de Campeones. Y desde el primer tañido del gong fue el Atlético el que tomó la iniciativa y se fue a buscar la portería de Fabricio. Le costaba tener ocasiones porque Amaya y Paulao vigilaban a Falcao, Iriney se pegaba con Diego y Nelson procuraba tapar a Adrián, ayer tirado a la izquierda. Salvio era el único que rompía por la derecha. Mandaba el Atlético y el Betis, con pocas señales ofensivas, daba con Montero –clave en los minutos finales–, Rubén Castro y el inoperante Santa Cruz.
La ocasión mas clara la falló Adrián (min 44) ante Fabricio, que acertó a despejar. Antes, Salvio y Falcao habían podido voltear el partido. El aviso estaba dado en el descanso, el que perdona no gana, y así ocurrió. Porque el Atlético en la segunda parte lo tuvo de cara con el gol de Koke, que acababa de entrar por Diego, y lo estropeó cuando dejó que el partido fuera de ida y vuelta, no tuviera dueño. Rubén Castro perdonó el empate ante la salida de Courtois. Nervios, velocidad y poco control en los dos equipos. Falcao pudo tirarse –pareció que Fabricio le hizo penalti–, pero buscó la jugada que terminó sin consecuencias. Al colombiano también le habían empujado en el primer tiempo dentro del área.
Pero no hay justificación que valga. En el tanto del empate del Betis hubo despiste defensivo. Amaya y Montero pudieron con todos y Pozuelo empujó la pelota. Y en el de Pereira –acertó Mel con los cambios porque marcaron los dos sustitutos– Courtois tampoco estuvo muy espabilado.
Cuando el partido se moría y los rojiblancos lamentaban su suerte –me imaginó que Simeone lamentaría la poca pausa de los suyos, por lo que tiró de Arda– llegó el empate. Córner que Falcao, de cabeza, mandó a la red. Un punto inservible para el Atlético, que no supo cerrar el partido ante un Betis que cumple con sus objetivos de permanencia. Los de los rojiblancos quedan lejos tras la locura de partido.


«Se pudo resolver y no se hizo»
Diego Simeone asumía el empate como una cosa natural en el fútbol, que no siempre premia al mejor o, al menos, al que tiene más dominio sobre el juego. «No creo que el partido haya sido raro ni loco, sino que el Atlético jugó muy bien y con muchas situaciones claras para resolverlo, pero no lo hizo. Pero en el fútbol a veces pasa esto, que al final no ganas», dijo.Sin embargo, no estaba disgustado el «Cholo», que agradeció a sus futbolistas que nunca dieran el encuentro por perdido. Y destacó «la rebeldía» de su equipo, que se fue a por el gol después de ponerse por debajo en el marcador, «en un partido en el que ni siquiera merecía el empate». «Eso habla muy bien del equipo», añadió el argentino.Pepe Mel, el técnico del Betis, reconoció que su equipo tuvo que esperar al gol del Atlético «para despertar».