Francia

Coherencia y convicción por Javier Ares

La Razón
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Es lo que tiene ser un grande. Que te presentas en semifinales sin necesitar ningún tipo de alarde. Basta con seriedad, equilibrio y un poco de eficacia para superar las maldiciones históricas tras las que nos escudábamos cuando no dábamos para más. Cayó Francia y, con ella, cualquier excusa necia de la que tanto echábamos mano.
Nos queda la duda de si las selecciones de esta Eurocopa, con la sola excepción de Alemania, son tan pequeñas como parecen o, simplemente, no acaban de dar la talla. Ese fue el interrogante que nos dejó Francia. Un equipo encogido, timorato, sin capacidad para poner en apuros a la campeona. Pero no pareció así en su encuentro inaugural ante Inglaterra.
Mientras, los debates son rugidos que Del Bosque sigue aplacando con la coherencia y convicción de sus decisiones. Sabe lo que quiere y, de momento, acierta en los cambios. Es en las segundas partes donde, con gente rápida arriba, España resuelve los partidos. Y es en el doble pivote donde el equipo alcanza el equilibrio necesario para sufrir pocas ocasiones y menos goles. A partir de ahí se puede discutir todo, por la propia visión poliédrica que el espectáculo permite y por la mucha afición que le tenemos a la pendencia. España ha ganado las cuatro semifinales que ha disputado a lo largo de la historia, pero sería estúpido acudir a la tradición para garantizar nada. Porque para revalidar el título va a ser necesario jugar mejor en ataque: más rápido y con mayor atrevimiento.

Javier Ares