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Bacterias y líquenes para prevenir fugas de CO2
Conocer cómo reaccionan diferentes tipos de suelos al dióxido de carbono es el objetivo del proyecto PISCO2 puesto en marcha por Ciudad de la Energía, antes de que arranque la planta experimental de almacenamiento de este gas en la localidad burgalesa de Hontomín
¿Q ué sucedería si al almacenar dióxido de carbono (CO2) en el subsuelo hubiera fugas difusas? Este hipotético caso es el que pretenden analizar los investigadores del proyecto PISCO2, puesto en marcha por la Ciudad de la Energía en las instalaciones que tienen en Cubillos del Sil (León). Hasta allí han llevado los 50 m3 de tierra extraídos de las capas superiores del suelo que rodea la futura planta experimental de almacenamiento de CO2 en Hontomín (Merindad del Río Ubierna, Burgos).
Para ello, «analizaremos cómo reaccionan los bioindicadores (bacterias y líquenes), que nos avisarán de posibles fugas y servirán para prevenir estos casos muy poco probables», explica Jordi Bruno, director de Investigación de PISCO2. Y es que «el CO2 en concentraciones más altas, en enclaves con fugas naturales –prosigue–, hace que determinadas especies crezcan más, como los líquenes, y que tomen otras formas u otras estructuras en el caso de las bacterias, el organismo con mayor capacidad de adaptación del planeta».
Bioindicadores
«Por eso –continúa–, tras poner la tierra, sembraremos de bioindicadores las celdas en las que se va a inyectar el CO2 mediante unas parrillas instaladas bajo el suelo, dos por cada celda, y siempre separadas un metro y medio. Así analizaremos su comportamiento controlando previamente cuánta cantidad de agua y humedad requieren para crecer», añade.
Para el experto, el mayor reto está ya superado. «La mayor dificultad era que el sistema de parrilas no funcionase. Este punto ya lo hemos resuelto». Ahora, están en la última fase, investigar cómo prevenir una fuga de CO2 al exterior durante un año y medio, justo antes de que arranquen las obras de la planta experimental de almacenamiento de CO2.
En la actualidad, hay más de 50 proyectos en el mundo, sobre todo relacionados con la extracción de petróleo. Pero nunca antes se había hecho para este tipo de formaciones geológicas, por lo que conocer cómo reaccionarán resulta escencial.
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