
Sevilla
«Condenados» a verse
Punto y seguido, o por lo menos eso es lo que pretende hacer Patricia Rato después de que ayer se ratificara el acuerdo de divorcio con José Antonio Ruiz Espartaco después de 19 años de matrimonio

La jueza de familia del Juzgado número 23 de Sevilla ha confirmado que Rato cobre una pensión mensual de 3.000 euros –1.000 por cada uno de los hijos que tiene en común con el diestro–, explica Vanitatis.com. Según ha confirmado a LA RAZÓN, la magistrada se ha limitado a validar el acuerdo al que llegaron sin modificar ninguno de sus puntos.
La pareja acudió la semana pasada al mismo juzgado para prestar declaración y exponerle a la jueza este documento que, como adelantó este diario, favorecía a Patricia Rato. El pasado lunes el matrimonio se volvió a ver las caras por primera vez tras firmar los papeles. Después de acudir al colegio de su hijo Juan, de 9 años, para verle actuar en la fiesta de Navidad, fueron a uno de los dos pisos que Espartaco tiene en la capital para intercambiar varios objetos que el matador quería recuperar, entre ellos, varios relojes. «La relación es educada pero no cordial», comenta un amigo del diestro de Espartinas. La cifra más llamativa del acuerdo son los 600.000 euros que Espartaco pagará a su ex esposa en concepto de pensión compensatoria. Sin embargo, como recuerda el entorno del torero, esta cantidad es el resultado del acuerdo de separación de bienes que firmaron hace cinco años, por el que a Patricia le correspondían 70.000 euros anuales como corresponsable de las empresas de su ex esposo.
No será propietaria
El convenio protege a los tres hijos de la pareja, ya que, además de ocuparse de su manutención, el matador le pasaría a la que ha sido su esposa durante 19 años 1.500 euros para la educación de cada uno de sus hijos –en total, 4.500– y le concede el uso del piso de Sevilla hasta que el menor de sus vástagos cumpla la mayoría de edad. Por lo tanto, Rato no es dueña de ninguna de las propiedades en las que ha vivido con el diestro.
A pesar de que la ratificación de la jueza debería cerrar este capítulo, hay una larga lista de mujeres que busca rentabilizar dicha separación y han saltado a la palestra presentándose como amantes del torero. «Van a aparecer muchas señoritas que dicen conocerle, pero a esta mujer –refiriéndose a Sonia, la última en subirse al carro– no la había visto nunca», asegura un compañero del diestro. En Sevilla se conocen sus costumbres y nadie duda de su buena reputación. «Nunca ha sido un torero juerguista», lo defienden. Las navidades no van a ser la mejor época para el diestro, ya que las pasará alejado de sus dos hijas mayores, Alejandra e Isabel, de 18 y 16 años respectivamente. Ellas no hablan con su padre, se han convertido en el mayor apoyo de Patricia y en una de sus mejores bazas. Las tres mujeres disfrutarán de estas fiestas en el apartamento que el matrimonio tiene en Jaca y que está valorado en unos 150.000 euros. Él, por su parte, podrá pasar sus vacaciones con el pequeño Juan en la casa que comparte con sus padres en Sevilla. Sabe que no va a poder ver a sus hijas, pero a pesar de todo respeta la decisión de las jóvenes de permanecer al lado de su madre.
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