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22:34 la hora en la que estalló Madrid

Las llamadas a Emergencias cayeron un 11% y el consumo de agua un 17% hasta que sonó el pitido final

22:34 la hora en la que estalló Madrid
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MADRID- Las cinco pantallas de 60 metros cuadrados del Hyundai Fan Park situado en el Paseo de la Castellana hacían augurar desde primera hora de la mañana que lo que sucedería por la tarde iba a superar lo visto hasta ahora. Madrid amaneció ayer más perezosa que cualquier otro domingo. Ni siquiera el hecho de que comenzaran las rebajas hizo reaccionar a una ciudad que ayer reservó todas sus energías hasta las 20:45 horas. En ese momento, la ciudad estalló.

123 medios de comunicación procedentes de 15 países diferentes, 248 periodistas y 23 unidades móviles retransmitieron a todo el mundo desde Santiago Bernabéu, cuya explanada se convirtió en el corazón de un país que ayer el fútbol volvió a convertirlo en campeón de Europa.
Ni el dominio del balón de España sobre Italia, ni la ventaja abrumadora que desde el principio consiguió la Selección rebajó la intensidad con la que se siguió el encuentro. Las dos grandes paradas de la primera parte de Casillas, la falta a Iniesta y la salida de Cesc del campo, elevaron los decibelios en el Bernabéu. Sin embargo, fueron los cuatro goles, de los que sin duda, Madrid celebró por encima de todos el del que siempre será «su» Niño Torres, los que hicieron enloquecer a los aficionados.

Petardos, vuvuzelas y hasta tambores marcaron el ritmo de los cánticos. Entre los más oídos, dos: «Italiano el que no bote» y el clásico «Yo soy español, español, español». El número de Emergencias Madrid 112 volvió a batir récords de «tranquilidad» respecto a los anteriores partidos. Así, durante la final hubo un total de 1.473 llamadas, un 10,9% menos que el pasado domingo, día en el que España no jugó, ya que había superado los «cuartos» el sábado y se preparaba para jugar la semifinal. Y mientras que la capital permanecía paralizada, la «fan zone» estallaba. El Samur tuvo que asistir a 61 aficionados, en todos los casos por motivos «leves», como caídas, mareos o desfallecimientos.

Durante las dos horas anteriores al inicio del partido, el Canal de Isabel II registró un aumento en la demanda de hasta un 12%. En la primera parte cayó el consumo hasta un 14%. En el descanso aumentó un 30% en los primeros 4 minutos y llegó a un 32% menos a los 6 minutos.
La segunda parte no fue diferente. Los goles de Torres y Mata mantuvieron pegados en la pantalla a la ciudad entera. Así, la caída de la demanda de agua bajó hasta un 17% durante los últimos 48 minutos. Con el partido final y en sólo dos minutos se recuperó el consumo; sin embargo, no fue hasta la entrega de la copa cuando la demanda de agua comenzó a aumentar paulatinamente hasta subir un 20% en 14 minutos.

En ese momento el reloj ya casi llegaba a las 22:45 y Madrid, de verdad, revivió. Las principales calles de la capital, vacías hasta entonces, se rindieron a centenares de miles de aficionados que tomaron desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de Castilla para celebrar a una Selección que otra vez fue leyenda.