Barajas
Interior mantiene la orden de detener a miembros de ETA y su entramado
Las investigaciones en marcha continúan con la misma intensidad que antes de publicarse el comunicado etarra.
Las unidades antiterroristas de las Fuerzas de Seguridad del Estado mantienen la orden de detener, cuando las investigaciones así lo aconsejen, y los jueces lo autoricen, a los miembros de ETA y su entramado que puedan localizar o a los que se les puedan imputar acciones delictivas, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras de este asunto.
El anuncio de la banda de interrumpir lo que los pistoleros consideren «acciones ofensivas» (las demás se pueden cometer), no ha modificado «ni una coma» las directrices que el Ministerio del Interior dictó en su día a dichas unidades. Lo mismo pasa en Francia.
El anuncio de ETA, como ha ocurrido en otras ocasiones, va siempre acompañado, en los días siguientes, por artículos o declaraciones de personas, no sólo de su entramado, sino de partidos cuyos máximos dirigentes apoyan sin dudas la política antiterrorista del Gobierno.
Estas personas se empeñan en tratar de convencer de las rectas intenciones de los pistoleros que, esta vez sí (no se sabe muy bien por qué) actúan de buena fe.
La tregua, un arma más
La larga experiencia de lucha contra la banda criminal y, sobre todo, lo acaecido durante el último alto el fuego, con el atentado contra uno de los aparcamientos del aeropuerto de Barajas, en Madrid, han dejado al descubierto lo que ETA ha dicho siempre en sus documentos: la tregua es un arma más para ser utilizada contra el enemigo.
En este caso, la banda ha dejado abiertas todas las posibilidades para seguir con sus actividades criminales, a excepción de los «atentados ofensivos». Luego, son los propios pistoleros, dentro de su conocido fanatismo, los que pueden decidir en cada momento lo que se considera «ofensivo» o «defensivo».
Así lo entienden también los expertos franceses. Loic Garnier, de la Unidad de Coordinación Antiterrorista, manifestó al programa «Informe Semanal», de TVE, que «ETA, una organización todavía algo sólida, siempre tiene la capacidad de recomponer su logística y podría aprovechar una eventual relajación, que no se va a dar, de los servicios policiales para reforzarse y reconstituir» su entramado. Agregó que la banda, como ha hecho en otros parones de su actividad, mantiene el chantaje económico del «impuesto revolucionario».
Por su parte, los expertos españoles han transmitido al Ministerio del Interior la absoluta desconfianza sobre las intenciones de ETA (alguno de ellos, con larga experiencia en la lucha contra la banda criminal, ha calificado el comunicado de «declaración de guerra»).
La respuesta del departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido categórica: mantenimiento de las investigaciones en marcha, en coordinación con los jueces y fiscales de la Audiencia Nacional, y, por supuesto, con Francia. Y cuando se presente la ocasión, proceder a la detención de los individuos implicados.
Agentes antiterroristas españoles consultados por este periódico subrayan la importancia de lo ocurrido ahora, a diferencia de lo que pasó en el anterior alto el fuego.
Sin embargo, reconocen que, en aquella ocasión, conforme fueron pasando las semanas, las directrices del Ministerio del Interior fueron claras, se produjeron numerosas detenciones y, lo que fue más importante, se mantuvieron las investigaciones. Gracias a ello, una vez rota la tregua, se pudieron evitar los numerosos atentados que ETA pretendía cometer.
Eguiguren confía otra vez en los pistoleros
- El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, es de los que cree en las buenas intenciones de ETA, hasta el punto de decir, en «El Correo», que el comunicado estaba preparado hace tiempo y que, si no ha salido antes, es porque buscaban «verificadores del alto el fuego».
- Sin embargo, precisa que el comunicado denota que los etarras están «cansados de escribir», por lo que no habrá nuevos anuncios de este tipo.
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