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ANÁLISIS: Hacia un Estado fallido por Jordi Rodríguez Virgili

La Razón
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l La fragmentación parlamentaria tras las elecciones ha impedido al centro derecha formar gobierno, ¿estamos ante un callejón sin salida?
–Ese bipartidismo que ha funcionado durante casi 40 años, entre Nueva Democracia y el Pasok, no ha llegado por dos escaños a la mayoría absoluta y cualquier otro tipo de acuerdo está muy difícil. Es en efecto un callejón sin salida. En estos momentos se abren varios escenarios. Uno sería que alguien diera su brazo a torcer. Tendría que mirarse la Izquierda Democrática con las otras izquierdas y formar una unión o apoyar a la Nueva Democracia y al Pasok. Para que esto suceda Europa también tendría que mover sus fichas. La Troika tendría que ceder un poco sobre la deuda griega. El segundo escenario es pasar por unas nuevas elecciones. Y el escenario menos deseable es que se radicalicen más las cosas. Todo puede pasar en Grecia.

l Los izquierdistas Syriza, los segundos más votados, están a favor del euro pero en contra de la austeridad. ¿Qué impacto puede tener en la zona euro?
–La fuerza del crecimiento de la izquierda Syriza es muy llamativa. Hay una corriente de radicalización populista ante la crisis y en el caso de Grecia es una izquierda radical. Con este panorama creo que la salida del euro esta más cerca que nunca.

Si no consiguen llegar a un acuerdo, si las nuevas elecciones se atascan mucho o si no mejora la situación, Grecia se va a convertir en un país fallido, ingobernable. Respecto a su impacto en Europa algunos dicen que su deuda está con los bancos alemanes y franceses, por lo que dejarían un agujero negro, y otros creen que la salida de Grecia aliviaría la economía europea.

l Los analistas ven las elecciones anticipadas como la única salida, ¿está de acuerdo? ¿Podría derivar en más atomización y fragmentación?
–Creo que si hay unas segundas elecciones es probable que se produzca una llamada al voto útil. Pero antes hay que entender a los griegos. Los Demócratas y el Pasok son los culpables de llevarlos a la crisis y este ha sido el castigo de los ciudadanos por sus recortes. Estos son los dos grandes partidos que han gobernado durante 40 años y no los quieren votar. Prefieren irse con los partidos radicales.

l ¿Debería impedirse que los partidos radicales, como los neonazis Amanecer Dorado, sean parte del concurso electoral para prevenir la entrada en el Parlamento de una fuerza dudosamente democrática?
–Es un tema que ha suscitado un amplio debate. En Alemania con los neonazis por ejemplo. Y es que la democracia no es sólo convocar elecciones si no que también está el Estado de Derecho. Como dice el artículo 21 de la Constitución alemana sobre aquellos partidos que quieran aprovecharse de la libertad y de la democracia, éstos no pueden participar. Pero eso se hace cuando el país está en una situación normal, hacerlo ahora causaría una gran tensión y respuestas violentas en las calles.

 

Jordi Rodríguez Virgili
Profesor de Instituciones Jurídicas en la Universidad de Navarra