Barcelona

Escándalo anticatólico en el Teatro Nacional de Cataluña

El septiembre pasado, cuando se anunciaba la programación de la temporada del Teatro Nacional de Cataluña (TNC), llamó especialmente la atención uno de los títulos anunciados. No era por recuperar un clásico olvidado, ni por contar con un director de renombre internacional, ni por el elenco de actores que lo protagonizaba. La sorpresa y la atracción provenía de su argumento.

La obra puede herir la sensibilidad del espectador
La obra puede herir la sensibilidad del espectadorlarazon

La obra, bautizada «Gang Bang», narra una noche en una sauna homosexual de Barcelona la víspera de la visita del Papa. Este jueves se estrena la obra después de meses de polémica y la amenaza de la entidad E-Cristians de querellarse contra el espectáculo por con- siderarla ofensivo contra las creencias de los católicos. Desde el TNC insisten que no hay ningún interés en escandalizar a nadie y aseguran que todo se ha sacado de quicio. Sea como sea, la venta por anticipado para ver el montaje ha batido todos losrécords, así que comercialmente la controversia que ha generado lo ha convertido en un éxito.

La obra forma parte de un ciclo de nueva autoría que realiza el TNC. Su creador, Josep Maria Miró i Coromina (Vic, 1977), aseguró ayer durante la presentaciónn de «Gang Bang», que su intención al escribir la obra no era cargar contra la religión ni contra la figura del Papa. «El texto habla de la crisis de valores que vivimos hoy día en un mundo en crisis. No habla tampoco de sexo, ni mucho menos del Santo Padre. Si hubiese querido hablar del Papa, nunca lo hubiese hecho en un contexto como durante su visita a Barcelona», argumentó el dramaturgo.

Boadella no es el modelo

Desde el teatro se quejaban también ayer de que toda la polémica ha surgido sin haber visto la obra y sin haber podido leer el texto. «Han puesto el grito en el cielo a partir de lo que decía la página web del espectáculo. Yo aseguro que no es como esas obras de los años 80 de Albert Boadella y Els Joglars que fueron tan discutidas. El montaje está mucho más relacionado con el universo de Lluïsa Cunillé, es mucho más poético y sugerente que crítico e irreverente. No hay ninguna intención de provocar», insistió Serbi Belbel, director artístico del teatro. «La obra está impregnada de misticismo y a través del sexo te puedes acercar a Dios, tal como experimenta el personaje de la catequista», añade el actor Oriol Genís.

«Gang Bang» se desarrolla durante las 11 horas previas a la visita del Papa en un local de encuentros homosexuales, La Llum, que visitan varios hombres y mujeres, como Bela, la dueña, esclavizada por la figura de un padre enfermo; un padre que después de dos años sin ver a su hijo entrará en ese sórdido local con la esperanza de volverlo a encontrar y lo esperará toda la noche. El joven es el sujeto pasivo de una violación en grupo consentida (en argot llamada «gang bang», banda que dispara). También aparecen en escena una señora de la limpieza que de tanto fregar fluidos humanos ha conseguido poderes paranormales como la videncia y o la mencionada catequista que aparecerá drogada en la sauna.La escenografía está dividida en tres pisos, y aunque la mayoría de la acción transcurre en la barra, en el resto de espacios hay escenas de sexo explícito, aunque «menos del que la gente se espera», asegura Belbel. «Como indica el nombre de la obra, hace referencia a un grupo de gente y a la acción de disparar todos juntos contra un objetivo, en este caso, un mundo en crisis. Se trata de un título simbólico más que pornográfico», sentencia el director. «La catequista está drogada, pero puede haber alcanzado ese estado porque es politoxicómana, porque se lo ha tomado sin saber lo que era o porque alguien la ha drogado», argumenta el director en otro momento de la presentación. Por su parte, E-Cristians reiteró ayer su oposición a la obra aunque aseguró que, antes de querellarse, como ya habían expresado anteriormente, acudirán a la función. «Nuestros abogados irán a verla. Ni siquiera tiene que ser durante el estreno, pero la verán y decidirán si hay base legal para presentar una querella. También valoraremos si es posible pedir la suspensión cautelar del espectáculo, aunque sabemos que resulta difícil conseguirlo», argumenta Josep Miró i Ardèvol, presidente de la entidad, a este diario. Sobre la acusación del TNC de que nadie ha visto el montaje para realizar un juicio de valor, Miró i Ardèvol aseguró que en todo momento ellos han dicho que esperarán a ver la obra para tomar las acciones pertinentes. «Nosotros hemos fundamentado nuestras críticas con la manera en que el teatro ha publicitado la obra. Nos parece mal que se utilice dinero público para utilizar la figura del Papa como gancho publicitario y querer escandalizar relacionándolo con prácticas sexuales aberrantes. Es una obra de carácter efímero, escrita a toda prisa, con un hecho de actualidad que el autor, que no es precisamente un genio, debería haber sabido interiorizar bien», aseguró.

En este sentido, la portavoz del PP en la Comisión de Cultura del Parlament, Alicia Alegret, reiteró las críticas al mencionado espectáculo así como la pasividad con la que Ferran Mascarell, conseller de Cultura de la Generalitat, ha llevado el tema. «Está claro que ha mirado a otro lado a una obra que ofende de manera expresa y gratuita a muchos catalanes con creencias católicas», afirmó.

También fumarán

La prueba de fuego será este jueves con un estreno que llevará una advertencia a los menores de 16 años incluida y en que los actores ya han anunciado que estarán en escena con muy poca ropa. «El reto está en conseguir que la polémica no oculte los valores intrínsecos de la obra. Los que quieran ver provocación, de verdad quesaldrán decepcionados», concluya Miró.

Por su parte, los nueve actores que dan vida a los personajes de «Gang Bang» ha quitado hierro a la fuerte controversia y añadido con ironía que en la obra también se fuma (está ambientada en noviembre, antes de la aplicación de la ley antitabaco), aunque se han apresurado a matizar que solamente son «hierbas de pastor».