Industria de Moda
Y España ganó
Al principio se asomó una, tímidamente, pero creó escuela. A los pocos días, las banderas españolas decoraban coches, bares y balcones. Tan orgullosas estaban de haber salido del armario, que soportaron los distintos chaparrones de este principio de estio con entereza. Ninguna se destiñó. Los chinos, que son unos linces para los negocios, a la primera que vieron, decidieron poner cuarenta a la venta. Por primera vez, la bandera de España era un buen negocio. . A Madrid y a los madrileños se les subieron los colores: rojo y gualda para ser exacto. Los que portaban las camisetas de la Selección sacaban pecho. El orgullo, que no les cabía en el escudo. El fútbol es lo que tiene: despereza las emociones que estaban agazapadas. En esta ocasión nos ha sacado a todos al español que llevamos dentro, de derechas, de izquierdas, de "ya me lo pensaré". No hay nada que pensar, es cuestión de sentir. La última vez que Madrid se vistió así fue para llorar por el 11-M. Pero llevaban crespón negro. Estos días no, les subía el color de la alegría y hasta se dejaban tocar, que los niños la llevaban como amuletos, sin complejos, no como nosotros que con ella también hemos salido del armario. Que sigan ahí porque España ganó...
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