Triunfo histórico del PP en el feudo socialista

El extremeño ha sacado literalmente «el despacho a la calle» y se ha rodeado de un equipo de gente joven que desde hace dos años aseguraban que «el cambio era posible». Monago, que fue bombero, ha realizado una campaña electoral extraordinaria, ya que era la primera vez que se presentaba en una comunidad con tanta tradición socialista. La lucha en contra de la corrupción ha calado en el electorado. Con el 98,4 por ciento de los votos escrutados, el PP lograba 32 diputados frente a los 30 del PSOE.

El candidato socialista, Guillermo Fernández Vara, que obtuvo muy buenos resultados en 2007, no conseguía esta vez la mayoría absoluta. El médico forense tendrá que recurrir a Izquierda Unida para poder seguir gobernando. Por su parte, IU también volcó sus esfuerzos en Extremadura para recuperar al menos un escaño. Al cierre de esta edición, tenían ya tres diputados. De perder toda presencia en la Asamblea en 2007, en estas elecciones podrían llegar a ser una pieza clave pues el PSOE tendría que pactar con ellos.

Monago atendió a los periodistas después de votar, y les reconoció que sentía «que había cumplido con su deber» pero que eran los extremeños los que decidirán si se pone fin a 28 años de socialismo. En Extremadura se produjeron un par de incidentes durante la jornada electoral. En varios colegios de Badajoz no se presentaron los titulares de las mesas electorales. Incluso en el de «Los Glacis», una mesa se tuvo que formar «total y absolutamente» por suplentes. La delegada del Gobierno de Extremadura, Carmen Pereira, criticó la actitud de estas personas y señaló que «ponía en evidencia que hay algunos ciudadanos que no se toman en serio la importante responsabilidad de garantizar el proceso electoral».