Ripoll celebra la fiesta de la Lana y Boda Campestre

Ripoll homenajea las tradiciones culturales e históricas de la Comarca del Ripollés celebrando la 45a edición de la Fiesta Nacional de la Lana y Boda Campestre. Declarada de interés turístico nacional, la tradición llanera de la Comarca del Ripollés recoge los actos más populares de la vida de los pastores; y la Boda Campestre escenifica un enlace matrimonial tradicional del siglo XVIII en la montaña.

El municipio se viste de gala para celebrar las tradiciones recreadas de la vida rural. La idea original surge de un núcleo de folkloristas interesados en la recopilación de objetos, patrimonio inmaterial como canciones y costumbres relacionadas con la vida rural.

Fiesta Nacional de la Lana

La Fiesta Nacional de la Lana, creada en 1967 por el Centro de Iniciativas y Turismo de Ripoll, fue declarada de interés turístico nacional el mismo año, y muestra los oficios vinculados con la lana.

El pastor trasquila el rebaño con tijeras; el colchonero pica la lana para limpiarla y hacerla más esponjosa; y las afiladoras cardan la lana y aprovechan para hacer hilo. Una de las grandes novedades desde el año pasado, es la celebración de una exhibición de la esquilada con tijera, que consiste en la manera de trasquilar las ovejas de forma tradicional.

En el entorno de la Fiesta de la Lana, se celebra desde hace seis años, el Concurso de ámbito catalán de trasquilar ovejas (Open de Cataluña).

Boda Campestre

La fiesta de la Boda Campestre recoge las costumbres de la población de alto poder adquisitivo del siglo XVIII en el momento de la celebración del enlace entre el heredero y la pubilla de dos casas de campesinos. La singularidad de esta jornada festiva es que los novios se casan de verdad con la presencia de los vecinos de Ripoll adquiriendo un cariz popular por el hecho de que todos los vecinos participaban en la fiesta.

En esta edición los padrinos de los novios son la M. H. Sra. Núria de Gispert Català, Presidenta del Parlamento de Cataluña; y el Sr. Josep Puigbó Valeri, periodista.

El momento álgido de la celebración llega cuando los novios, junto con la comitiva completa, se dirigen al Monasterio de Santa Maria de Ripoll donde se celebra el enlace. Este Monasterio es uno de los monumentos románicos más importante y emblemático de Cataluña y de «Tierra de Condes y Abades». En el interior del monasterio, como ofrenda a los novios, se baila el baile del Espunyolet por parte de un grupo de bailarines tradicionales de la Comarca del Ripollés.

El vestuario de la Boda Campestre se confecciona especialmente para esta fiesta a cargo de una persona experta en vestuario tradicional catalán. Tanto los colores como las formas se basan en documentos del siglo XIX que describen el típico vestido catalán.