Hollywood

Vuelve la faja

Bajo sus estrechos vestidos, las estrellas de Hollywood esconden un secreto tan antiguo como eficaz

Katherine Heigl y Jessica Alba
Katherine Heigl y Jessica Albalarazon

Penélope Cruz tenía un gran secreto. Y muy íntimo. Pero la noche de los Oscar, y quizá en contra de su voluntad, quedó totalmente al descubierto. No sean malpensados. En esta sección hablamos de moda, y en esta ocasión también. El secreto mejor guardado de Pe, sobre todo después de haber dado a luz a su primer hijo, estaba bajo su despampanante y cuestionado vestido de lentejuelas rojas de L'Wren Scott. Y es que la actriz, inmersa aún en una estricta dieta post-parto, nos descolocó a todos luciendo una envidiable figura con el que ha sido su escote más sexy hasta la fecha, embutida, eso sí, en el vestido de marras. ¿Su importantísimo secreto? Tan viejo como la moda femenina: una faja. Pe llevaba faja; como lo leen. Y que conste que este hecho no le resta mérito. Tampoco fue la única. La pelirroja Amy Adams, una de las mejores vestidas de la noche (también por L'Wren Scott), y con impresionantes joyas con esmeraldas de Cartier, lucía tipazo gracias a su estudiadísima ropa interior.

Y lo sabemos porque la firma americana Maidenform es, con sus más de 88 años de historia, la marca fetiche en Hollywood en materia de lencería «correctiva» y/o corsetería. Pero hay más. Esta firma, que en España se vende en exclusiva en un conocido centro comercial, ha vuelto a la escena de la moda VIP gracias, en primer lugar, a que tres auténticas divas del pop como son Madonna, Lady Gaga y Katie Perry han lucido sus mágicas prendas en vídeos y conciertos, eso sí, a la vista, no bajo la ropa. Pero hay otro famoso nombre determinante en el repentino éxito de la marca. Y es Janie Bryant, conocida estilista y diseñadora de vestuario de la serie de culto «Mad Men». Ambientada en las décadas de los años 50 y 60, sus personajes femeninos, con Christina Hendriks y January Jones a la cabeza, lucen las sensuales curvas propias de la época gracias, precisamente, a los efectos de las prendas Maidenform. El éxito de esta marca americana es que «modifica» puntualmente las partes del cuerpo que escojamos con distintos efectos y gracias a prendas cómodas y de diseños más que atractivos. No lo olvidemos: hablamos de moda, no de ortopedia. Es impensable que una actriz de hoy sea capaz de llevar bajo su vestido de Chanel, Oscar de la Renta o Valentino, por ejemplo, lencería incómoda o fea. El «glamour» se lleva desde dentro. Y por eso cada vez más famosas, encantadas con esta nueva licencia fashion –definir el cuerpo sin pasar por el quirófano–, reconocen haberse aficionado a estos sencillos «trucos». Una de las primeras fue la actriz Katherine Heigl, conocida por «Anatomía de Grey» y también por su generosa figura.

La dieta más exprésSorprendía verla sobre la alfombra roja. De repente, parecía otra persona enfundada en ceñidísimos vestidos. «No es posible, se matará de hambre», comentaban muchos malpensados en los fotos de las webs de moda y cotilleos sobre celebrities. Pues Maidenform era su secreto. Hasta que autorizó a la marca a comunicarlo. Y tras Heigl, otras muchas famosas han accedido a revelar este secreto «íntimo», entre ellas una famosa de curvas «fluctuantes» como es Jessica Alba.Tanto es el éxito de Maidenform que en la reciente ceremonia de los Oscar se unió a la selecta lista de firmas de lujo con suite de fitting (pruebas de vestuario) del célebre hotel Four Seasons de Beverly Hills, donde se dan cita horas antes de la gala las invitadas más VIP. Allí, entre combinaciones shapewear, sujetadores push-up y coulottes afinadores, las estrellas más glamourosas y sexys se dejaron ver sin complejos. Y asesorar. Con resultados tan espectaculares como el de Penélope, probablemente el más impactante. Y como toda tendencia de éxito que se precie, su salto de la red carpet al público es obligado. Y aunque los precios de Maidenform (www.maidenform.com) son más que razonables, entre los 40€ de su body Ultrafirm (el de Penélope Cruz) y los 55€ de su vestido-combinación Easy Up, numerosas firmas y grandes cadenas se han sumado a la carrera por las piezas «mágicas» e imperceptibles a la vista. ¡Qué lejos ha quedado ya el «wonderbra»!

Sin bisturíVientres completamente planos, cinturas de avispa o pechos firmes y exuberantes ya son posibles a precios asequibles y, atención, sin pasar por las garras de la cirugía estética. Ese empieza a ser el avance. Penélope Cruz es adicta también a los leggings reductores de Spanx (www.spanx.com), otra de las firmas «body shaper» más conocidas entre las estrellas. Otras marcas se han subido al carro. Triumph lanza su colección «Shape Sensation», con prendas en colores tan sofisticados como el fucsia o el rojo pasión, mientras que Intimissini (www.intimissimi.it), con precios entre los 30€ y 60€, acaba de presentar su línea Soft Shaping. Yamamay, versión auténticamente low cost en esta materia (10€-30 €) cuenta con la Shaping Collection.