Barcelona

Alcohol y fundamentalismo

Un apretón de manos que nunca fue. Una ofensa: ese fue el origen de «En el camino». ¿Por qué Jasmina Zbanic se sentía ofendida porque un hombre le negaba el saludo? ¿Cuáles son las emociones de rechazo e incomprensión que se movieron con ese gesto? La bosnia decidió explorar esos sentimientos a partir de la historia de amor de una pareja en la que uno cambia y el otro no.

 
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«No quería hacer una película sobre el islam porque no quiero juzgar a ninguno de los dos protagonistas». La religión, sin embargo, es el motor del conflicto del filme: «El mundo se hace cada vez más religioso. En mi país, después de la guerra, la gente buscó respuestas en Dios, es una reacción natural a los tiempos de crisis».

Zbanic investigó varios meses en comunidades islámicas fundamentalista y habló con mujeres que pertenecían a estos grupos. Su sorpresa fue mayúscula. «Detrás del velo esperaba encontrarme rostros con moratones, signos de represión masculina. Estaba equivocada: cuando se lo quitaban, sólo veías belleza, maquillaje. Son universitarias que se preocupan por su aspecto, que cultivan su mente. Me dieron una lección que adapté al conflicto entre Amar y Luna».

Aunque «En el camino» quiere erigirse como himno a la tolerancia, Zbanic admite que no lo tuvo nada fácil para rodar en la mezquita de la comunidad Wahhabi: «Estaban preocupados por cómo los medios habían retratado al islamismo tras el 11-S. Me hicieron todo tipo de preguntas, quisieron asegurarse de que no los iba a pintar como terroristas, y tardaron casi cuatro meses», cuenta . «Cuando les di el guión para que comprobaran que no les mentía, se opusieron a que aparecieran mujeres bosnias con cara triste. Y les pregunté: ¿estáis seguros de que en Bosnia no hay mujeres tristes?». Amar es el personaje más conflictivo de «En el camino», el que concentra todos los prejuicios de Luna, su pareja, que quiere tener un hijo con él pero que no entiende su repentino fanatismo. La película intenta comprender su opción de vida. «Amar hace todo lo posible por evitar enfrentarse a sus problemas», admite la directora. «En el alcohol busca evadirse y en la religión librarse del alcohol. Para él la fe es una respuesta a lo que le atormenta».