La propuesta de subir los impuestos sobre el tabaco costaría más de 900 millones de euros

Madrid- La propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba de subir los impuestos que gravan el tabaco podría costar a las arcas del Estado más de 900 millones de euros el próximo año, de acuerdo con los análisis más conservadores que maneja el sector. Es la cifra mínima que se dejaría de recaudar en concepto de impuestos especiales por la venta de tabaco como consecuencia del incremento del contrabando y el desvío del consumo hacia marcas más baratas que soportan exclusivamente la fiscalidad mínima.

Según ha conocido LA RAZÓN en fuentes del sector, el Estado finalizará el año con unos ingresos por este concepto en torno a los 7.900 millones de euros, muy por debajo de la estimación realizada por el Ejecutivo cuando elaboró los Presupuestos generales del Estado para el presente ejercicio.
Según consta en éstos, el Gobierno se había propuesto ingresar 8.274 millones de euros, cifra a la que habría que sumar alrededor de 750 millones derivados de la subida de impuestos aprobada a principios de diciembre del pasado año y que no se recogía, lógicamente, en las cuentas presentadas a finales de septiembre de ese mismo año.

Sobre una recaudación de algo más de 9.000 millones de euros, el Gobierno tendrá que conformarse con ingresar 7.900 millones, es decir, 1.100 millones menos.

Y es que una subida de impuestos no asegura una mayor recaudación como podría deducirse a simple vista.

Un nuevo aumento de los impuestos que gravan el consumo de tabaco –el producto fiscalmente más castigado en nuestro país, al soportar una carga del 80% de su precio de venta al público– tendría una repercusión inmediata en el precio de las cajetillas, lo que haría que el consumidor desviara sus compras hacia productos más baratos, el tabaco de liar (que ha experimentado durante la crisis crecimientos meteóricos) y sobre todo fomentaría el contrabando. Jaime Gil-Robles, director de Asuntos Corporativos y Jurídicos de Altadis, considera que «sería un error volver a plantear una nueva subida de impuestos porque acabaría repercutiendo en una menor recaudación para el Estado». Los datos de 2011 son esclarecedores. El consumo ha caído un 14% y el contrabando absorbe ya el 8% de las ventas legales de cigarrillos.