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Bamako

La ONU asegura que se usará la fuerza en el norte de Mali si es necesario

El enviado especial de la ONU para África occidental, Said Djinnit, señaló hoy que la prioridad para la resolución de la crisis de Mali es el diálogo, pero advirtió de que se usaría la fuerza si fuera necesario.

"Queremos dar prioridad al diálogo, que tiene que comenzar lo antes posible", manifestó Djinnit en una reunión en Uagadugu con el presidente voltense, Blaise Compaoré, mediador de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en esta crisis.

Según el enviado de la ONU, las conversaciones urgen para que "todos los pueblos del norte de Mali y los movimientos en la zona que quieran unirse a la República (de Mali) y sus valores (lo hagan) aceptando los criterios establecidos por la CEDEAO".

"Se tomarán medidas contra quienes los rechacen y quienes sean partidarios del terrorismo y del extremismo religioso. Se usarán los medios adecuados", aseveró Djinnit.

Asimismo, el emisario de las Naciones Unidas se entrevistó hoy con una delegación de los radicales islámicos de Ansar Al Din, aunque no trascendió el resultado de la reunión.

El pasado domingo, la CEDEAO anunció el envío de 3.300 soldados al norte de Mali, zona que está bajo el control de rebeldes y separatistas, pero pidió el apoyo de otros países para mandar hasta 5.500 militares.

Mali se encuentra sumido en una profunda crisis desde el pasado 22 de marzo, cuando un golpe de Estado perpetrado por miembros del Ejército maliense derrocó al presidente elegido democráticamente, Amado Tumani Turé.

Con esa acción, los militares protestaban por la escasa atención que prestaba el Gobierno de Mali a la rebelión de los tuareg en el norte del país, pero el golpe de Estado no hizo más que empeorar la situación en esa zona.

Aprovechando el vacío de poder en Bamako tras el derrocamiento de Turé, los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) proclamaron el pasado abril unilateralmente la independencia de la región septentrional de Mali, que abarca una superficie de 850.000 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, diversos grupos yihadistas como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO) o Ansar Al Din se han hecho fuertes en la región, cuyo control han arrebatado a los tuareg y en la que han establecido una versión rigorista de la ley islámica.

Según las últimas cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el conflicto del norte de Mali ha causado el desplazamiento de más de 200.000 personas, de las cuales al menos 46.000 se han trasladado a Bamako.