Actualidad

Arenas de apuntalador a apuntador

La Razón
La RazónLa Razón

La economía está impidiendo al PP disfrutar como días de vino y rosas su regreso a la Moncloa. Al menos le queda el consuelo del champán y el turrón, aunque sea del duro. Rajoy ha de saber además que no son a sus ignotos ministrables a los que no les llega la camisa al cuello. Hoy la verdadera llamada que aguardan millones de españoles es la del teléfono de la esperanza. Y puede que la ortodoxia germánica no responda ni a corto ni a medio plazo a tantas expectativas como se han creado. Precisará por tanto en primer lugar de bastante pedagogía y de una hábil política de comunicación, pues la mayoría que consiguió el pasado 20-N fue sobre todo por hundimiento del PSOE. España no es Grecia, ni Portugal ni Irlanda y habrá de recuperar de alguna forma el peso dilapidado por Zapatero en el ámbito internacional. Tal vez sea hora de tender determinados puentes con USA y el Reino Unido. Alemania tiene sus razones pero puede que no lleve toda la razón porque este euro que se nos presenta al borde del abismo vale todavía un treinta por ciento más que el dólar.
¿No parece un poco extraño? Ajuste y austeridad, sí, pero huyendo del doctrinarismo, innecesario por otra parte cuando se goza de mayoría absoluta. González la utilizó en 1983 para virar su partido hacia el social liberalismo y Rajoy no debería desconocer algunas puntales recetas socialdemócratas que puede que no estén tan desencaminadas. Y precaución con la reforma laboral. Lo que se tenga que decidir que se decrete con firmeza huyendo el Ejecutivo de la tentación de parapetarse detrás de unos agentes sociales, los cuales, si no llegan al acuerdo, lo dejarán doblemente en evidencia. Por lo demás, obviamente, será imposible reformarlo y ajustarlo todo a la vez. Cuenta a su favor el nuevo presidente con una sobrevenida cercanía y sencillez que, si fuera cirujano, provocaría que los pacientes entraran con tranquilidad al quirófano. Y seguro que Javier Arenas, después de haberlo apuntalado todos estos años, se convertirá ahora en su más prudente apuntador.