Francia
«El Consell está actuando de forma un poco lenta»
Critica los trámites burocráticos para crear empresas
Valencia- Hace dos años tomó el relevo de Francisco Pons al frente de la presidencia de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE). La discreción del primero dio paso al arrollador carácter del naviero que, aunque sigue manifestándose en contadas ocasiones, tiene la cualidad de hablar muy claro.
- ¿Qué opina de cómo está gestionando el Consell la crisis económica en los últimos tiempos?
- Los acontecimientos se suceden hoy en día a una velocidad tal, que es muy difícil hacer todo lo que se debería hacer. El Gobierno valenciano creo que va un poco lento. Debería estar dentro para saber si esa lentitud que lleva es por causas internas o que le vienen de fuera. Es muy fácil decir que hay que recortar y hacer Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), pero eso cuesta dinero. Si no tienes el dinero, no puedes hacerlo. Quizás querrían ir más rápido y no pueden.
- ¿Se está replanteando AVE sus objetivos fundacionales a partir de la crisis que estamos atravesando?
- No, AVE no se está replanteando nada. La gente se confunde, porque AVE no es ninguna patronal. A mí, cuando me dicen que si estamos enfrentado con la CEV o Cierval...digo es que nosotros somos otra cosa. Nosotros intentamos que la sociedad valenciana sea completa, que se viva mejor, todo el mundo pueda desarrollarse y haya una justicia social. Decimos cómo creemos que se tienen que hacer las cosas, no representamos a nadie, solo a los que estamos allí sentados, no tenemos gremios.
- Pero representan a una parte muy importante del PIB valenciano, aunque nunca les ha gustado que les denominen «lobby», ¿no?
- Nos da igual, pero como «lobby» seríamos un desastre. Yo tengo un amigo que me decía: «a mi escucharme me escuchan, pero caso no me hacen nunca».
- ¿Cree que no les hacen caso?
- Nuestra intención no es ser importantes porque nos hagan caso, sino decir lo que pensamos y lo que nosotros creemos que se tiene que hacer para mejorar esta situación.
- ¿Cree que las empresas valencianas tendrían que tener una voz más fuerte ante los políticos?
- Cada cosa debe estar en su sitio. Poca voz pueden tener contra el que le paga.
- Entonces, ¿cree que el modelo está mal planteado?
- Totalmente, la patronal debería ser independiente. Y se puede ser independiente recibiendo subvenciones, lo que pasa es que todos somos humanos.
- Y la Cámara de Comercio, ¿qué papel debe desempeñar?
- La Cámara tiene que modernizarse, el presidente actual (José Vicente Morata) lo está haciendo. La organización cameral tiene que fijarse en ejemplos europeos. Debe ser un centro de servicios para las empresas que hay en una Comunidad. Yo en Francia, que tengo muchos negocios, he llamado muchas veces a la Cámara de Comercio de Burdeos o de Bayona para buscar cualquier cosa, y ellos te lo buscan. Las grandes empresas no necesitan este tipo de servicios, sino las pequeñas.
- Pero con la eliminación de la obligatoriedad de pagar las cuotas, se le han complicado un poco las cosas...
- Se las han complicado muchísimo. Y no estoy de acuerdo con que haya subvención para los sindicatos, para la patronal y no haya para las Cámaras de Comercio. O todos o ninguno.
- ¿Cómo es su relación con el presidente Fabra y los consellers?
- Fluida, amable y fantástica. Si llamo a cualquier conseller y no me coge el teléfono, no tardará ni media hora en devolverme la llamada.
- ¿Debería reducirse el número de Consellerias?
- Sí, las Administraciones no deben estar duplicadas ni exageradas, se tiene que buscar la eficiencia. La Administración hay que adelgazarla, tiene que estar para dar servicio a los ciudadanos y no para darse autoservicio. No puede ser un Estado dentro del Estado. No puedes hacer más de cien trámites para crear una empresa aquí, y en Francia 17.
- ¿Qué le parece que el sector cerámico pida que no se le aplique la nueva tasa del gas?
- Para el Estado supone una recaudación de 48 millones de euros, y la industria azulejera, que está muy delicada, tiene unos beneficios de 36 millones de euros. Si se le aplica este nuevo impuesto, habrá muchas que dirán «hasta aquí he llegado».
- ¿Qué opina de lo que ha ocurrido con las dos grandes Cajas valencianas?
- Una auténtica vergüenza. Lo dije desde el primer día. Cuando se fusionó Bancaja con Caja Madrid, ya dije que era un drama. Las cajas están basadas en el sufrimiento y el sudor de mucha gente y muchas generaciones, no es un negocio privado, como un banco. Unos señores lo manejaron a su antojo político y se han reído de millones de ciudadanos y de nuestros antepasados. Son amorales.
- ¿Qué cree que va a pasar con el Banco de Valencia?
- Mi ilusión es que lo pueda comprar gente que no lo haga diluirse ni desaparecer. Que lo compre alguien que apueste por esta región y que sea en el futuro el Banco de referencia de esta Comunitat. Espero que se consiga, pero no depende de mi. Todavía queda un año o año y medio para que todo esto acabe. Va a quedar un banco muy sólido que va a tener novios, pero me gustaría que el novio fuera desarrollador.
De cerca
A Vicente Boluda Fos, hijo y nieto de empresarios armadores, le ha tocado vivir una de las peores crisis económicas de la historia de este país. Y lo está haciendo no solo desde la primera fila de la dirección del Grupo Boluda, sino también como presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), un «lobby» que aglutina a los cien principales empresarios de la Comunitat. Aparte, es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y graduado en Ciencias Jurídicas. Ha llegado a contar con la mayor flota controlada por un solo empresario en toda Europa.
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