Valencia
Baja el número de comensales en la Casa de la Caridad por el retorno de extranjeros a sus países
La crisis obliga cada día a más a valencianos a recurrir a la caridad. Los extranjeros que pueden, optan por volver a casa.
VALENCIA- La Casa de la Caridad de Valencia prevé cerrar el año con cifras similares a las de 2009. Sin embargo, existen ciertos datos que invitan al optimismo. Entre ellos, el ligero descenso observado entre los meses de abril y octubre en el servicio de comedor. La explicación se halla en el regreso de muchos usuarios a su país de origen. Y entre ellos, especialmente el colectivo de ciudadanos rumanos y búlgaros, que ante la recuperación del sector de la construcción han optado por volver a sus casas y tratar de conseguir la oportunidad laboral que se les estaba negando.
Con todo, las cifras siguen dibujando un escenario dramático. En 2009, la Casa Caridad realizó 392.192 atenciones a personas necesitadas, un 80,4 por ciento más que en el ejercicio anterior. De estas actuaciones, 340.356 correspondieron al comedor social.
Como novedad, las atenciones a españoles se incrementaron en más de 17.000 y fue, principalmente, debido al aumento de personas «normalizadas» que acudieron a la entidad, es decir, aquellas que en teoría debían hallarse fuera de riesgo de exclusión social.
De hecho, durante este año, la que se considera la ONG de los valencianos, ha constatado cómo esta tendencia de atención a dicho colectivo va en aumento, y cada vez son más los españoles y valencianos que demandan ayuda. En total, de enero a octubre ha repartido 119.899 raciones a mediodía, casi el doble de las que se repartieron en todo 2008. Y es que el 27,8 por ciento de los usuarios son españoles y, dentro de estos, también se detecta un aumento de los valencianos.
Por su parte, los menores ya suponen el seis por ciento de los usuarios del comedor. En este sentido, el presidente de la entidad solidaria, Antonio Casanova, constata el cambio de perfil de los usuarios y lamenta ser testigo de cómo familias enteras -incluidos niños con uniformes de colegio- deben recurrir al comedor social.
Y dentro de los actos programaos durante estas fechas y dirigidos a atender a los más necesitados, Cáritas Diocesana de Valencia organiza hoy un concierto benéfico en la Catedral. Los fondos recaudados se destinarán íntegramente a las personas más afectadas por la situación económica actual que demandan ayuda.
Niños sin juguetes
Todos los años, llegadas estas fechas, la Casa de la Caridad lanza su campaña de recogida de juguetes para los niños que acuden a su comedor y guardería. Los valencianos responden a la llamada y con buena intención, pero la solidaridad no resulta equitativa, pues suele dejar sin regalo de Navidad a los de más edad. Se necesitan juguetes dirigidos a niños de entre ocho y doce años.
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