Miami

Nadal no se cansa de ganar

Otra vez Nadal. El rey del tenis reina en el circuito. El rey de la tierra, arrasa. Con la llegada del polvo de ladrillo, el número uno vuelve a su conquista de títulos sin piedad. Casi cada semana levanta un trofeo y le pega un mordisco. Así de fácil, como si no costara nada. Sus registros son de leyenda desde hace tiempo.

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El domingo pasado logró su séptima corona en Montecarlo. Ayer, su sexta en el Conde Godó, en las pistas en las que creció y donde hace un año no acudió por precaución. El manacorense lleva 45 títulos en su carrera, 31 de ellos sobre tierra batida, ya uno más que Orantes y Borg. Y los que le quedan. «Si piensas en lo que has ganado, entras en una espiral que no es positiva, porque te crees más bueno de lo que realmente eres. Para seguir ganando sólo hay un secreto: seguir evolucionando», afirmó Rafa.

Su rival en las últimas dos finales ha sido el mismo, David Ferrer. «Ferru» está en un gran momento, tiene confianza y es más agresivo, pero no le da para vencer a Nadal en tierra. Ni, de momento, para ganarle un set, aunque sí para ponerle en aprietos y para dominarlo por momentos. Pero Rafa puede sentirse tan a gusto cuando lleva la iniciativa como cuando se defiende. Cuando puede golpear su derecha metido en la pista asfixia a los contrarios. Y cuando tiene que correr detrás de la línea de fondo tampoco le importa.

Lo hace con humildad y desde allí también gana muchos puntos y desespera a los rivales. No fue ayer el Ferrer habitual en el primer set, pero sí en el segundo. Nadal hizo dos «breaks» rápidos y se colocó 4-1, aunque estos dos encuentros entre ellos han demostrado que sobre esta superficie y con dos jugadores tan combativos, el servicio no es tan esencial. «Ferru» también logró una ruptura en la primera manga, pero no tuvo regularidad y contra Nadal así es imposible. El parcial acabó 6-2.

Rafa también comenzó la segunda manga con «break» y con un 2-0 a favor, pero a partir de ahí llegaron los mejores momentos de Ferrer, la agresividad que incomoda al número uno y que le hizo perder hasta cuatro juegos seguidos. «Ferru» se puso con 2-4 y saque, pero entonces apareció de nuevo la privilegiada cabeza de Nadal. Mentalmente casi nunca abandona los partidos y en un juego en el que la cabeza es tan importante como la calidad... «He jugado un muy buen tenis en algunos momentos importantes del segundo set, pero también he tenido demasiados altibajos», explicó Ferrer.

El número uno no baja la guardia y además tiene la cualidad de sacar lo mejor en los puntos delicados. Logró una ruptura, salvó después un 15-40. A partir de ahí ya supo que el título era suyo. «Siento que aún no hayas ganado este torneo, porque te lo mereces más que ninguno», dijo Nadal a su amigo Ferrer, que ha disputado tres finales en Barcelona y las ha perdido con el mismo jugador. «Volveré el año que viene. Iba a decir, "Rafa, no vuelvas"», bromeó «Ferru». «Pero vuelve, aportas mucho al tenis».

Reencuentro con Djokovic en Madrid
Nadal descansará esta semana y la que viene intentará repetir triunfo en el Masters 1.000 de Madrid. Allí tendrá una dificultad añadida: Novak Djokovic. El serbio es el jugador del momento, invicto este año, verdugo de Rafa en las finales de Indian Wells y Miami. Falta por ver si el nuevo Djokovic también puede plantar cara al número uno en tierra batida. De momento, Rafa le ha ganado los nueve duelos previos sobre esta superficie, en la que no se enfrentan desde 2009, precisamente en Madrid.