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ANÁLISIS: Los superpoderes del ministro
- ¿La separación del Ministerio de Economía y Hacienda en dos departamentos puede interpretarse como una pérdida de poder para este último?
–Todo lo contrario. La distribución de poderes que realizó Mariano Rajoy a la hora de nombrar su primer Gobierno el 21 de diciembre del pasado año premió a Cristóbal Montoro, al añadir a las competencias propias de un Ministerio de Finanzas las del Ministerio de Política Territorial y Administración Pública, de Manuel Chaves, que tuvo rango de vicepresidente tercero.
- ¿Por qué la integración?
–Tiene todo el sentido económico. En unos momentos en los que la mayor preocupación del país de cara al exterior es controlar sus cuentas públicas, parece sensato que el departamento que se va a encargar de los Presupuestos Generales del Estado del cada año tenga un cierto control sobre las cuentas de las autonomías y las corporaciones locales.
- ¿Cuál es el poder de un ministro de Hacienda?
–La elaboración de los presupuestos de cada año. La pertenencia de España a la eurozona ha obligado a ceder la política monetaria al Banco Central Europeo, cuyos intereses, la mayoría de las veces, no coinciden con las necesidades de muchos de sus socios. Para lidiar con la coyuntura económica, a España le queda la política fiscal y la presupuestaria, que es ahora la principal arma de un gobierno.
- ¿Tanto poder dan los Presupuestos Generales del Estado?
–El que otorga la limitación del control de gastos en épocas de crisis en todos los departamentos ministeriales. Y ahora, también, en las comunidades autónomas y corporaciones locales.
- ¿Es posible controlar el despilfarro de autonomías y ayuntamientos?
–Se ha elevado a la categoría de ley una máxima que tanto las regiones como las ciudades habían olvidado: no se puede gastar más de lo que se ingresa, como recordó el viernes la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
- ¿Y de los ingresos?
–También, aunque las decisiones más impopulares, como la subida de impuestos acordada por el Gobierno el 30 de diciembre pasado, deben contar, además, con un respaldo político absoluto, como ocurrió en el segundo Consejo de Ministros de la era Rajoy, cuando se decidió una subida progresiva del IRPF.
- Al final, todo tiene que pasar por Hacienda, ¿no?
–La práctica totalidad de las decisiones que adopte el Gobierno, desde el saneamiento del sistema financiero hasta la reforma laboral, tiene su reflejo contable en los Presupuestos de cada año. Y las directrices para este año han quedado claras en el techo de gasto.
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