Alumnos y padres «chantajean» a los docentes para no suspender

VALENCIA- El Defensor del Profesor, figura que el sindicato ANPE puso en marcha a finales de 2005, emitió ayer un informe en el que alerta de que tanto padres como alumnos están instaurando en los centros educativos la moda del chantaje hacia los profesores y cada vez son más los casos en los que amenazan a los docentes con denunciarlos por agresión si no aprueban a los estudiantes.

Este estudio, que ayer fue presentado por el asesor jurídico autonómico de ANPE, Carlos López, el presidente autonómico, Laureano Bárcena, y la vicepresidenta nacional, Carmen Guaita, recoge que las llamadas a esta figura de asesoramiento psicológico y jurídico al profesorado ante problemas de conflictividad en las aulas han experimentado un descenso en la Comunitat de hasta el 50 por ciento durante el último curso 2010-2011. Han pasado de 131 a 58, algo que a su entender, se debe a que los nuevos reglamentos de los centros empiezan a funcionar y al apoyo de la Administración autonómica, que está perdiendo el miedo a reconocer la autoridad del profesor. Además, el informe asevera que se han reducido «un poco» los problemas entre alumno y profesor en Secundaria, pero se mantienen en los mismos niveles que años anteriores en Educación Primaria e Infantil, donde , según afirmaron, el reto es mejorar la relación con las familias.

 Así, en la Comunitat, el 76 por ciento de las llamadas durante el curso pasado fueron por conflictos en Primaria, fundamentalmente con los padres, mientras el 24 por ciento fueron de Secundaria, en su mayoría con alumnos. Por provincias, Valencia encabeza el «ranking» con el 68 por ciento de las llamadas, y Castellón y Alicante se igualan con el 16 de las consultas cada una.

No obstante, si bien ha habido un descenso de los casos, los que sí se producen son más graves, y pueden llegar a acabar en baja laboral, un extremo al que se llega por el atasco de los juzgados.

El equilibrio de las lenguas
El presidente autonómico de ANPE, Laureano Bárcena defendió ayer, preguntado por la introducción del trilingüismo en las aulas, que el tratamiento de las lenguas cooficiales de esta región «debe garantizar el equilibrio en el currículum entre ambas a lo largo de todas las etapas educativas» con el objetivo de asegurar que, al finalizar la escolaridad básica, todo alumno adquiera la máxima competencia lingüística tanto en castellano como en valenciano.