La incertidumbre se adueña del mercado de cereales

Por un lado, la sequía y las altas temperaturas que se han registrado durante las últimas ocho semanas en una buena parte de Europa provocarán, salvo cambios de la climatología en los próximos días, un descenso de los rendimientos en la cosecha de amplias zonas de Francia, Reino Unido, Alemania y Polonia, por citar sólo algunos países; eso debería contribuir al incremento de los precios. De hecho, el Gobierno de París ha adoptado ya una serie de medidas para hacer frente a la falta de agua que también está perjudicando a los ganaderos.

Por otro lado, y en el sentido opuesto, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos publicó la semana pasada sus primeras previsiones de cara a la próxima cosecha. En ellas apunta a una producción mundial de cereales 2011-2012 de 1.816 millones de toneladas, lo que supondría un incremento del 4,8 por ciento en relación con las 1.732 de la campaña actual. En el caso del trigo se espera un aumento del 3,3 por ciento y se obtendrían 669 millones de toneladas frente a los 648 de 2010-11. A pesar de la climatología adversa, el USDA prevé una subida de la producción de trigo en la UE de 2,8 millones de toneladas; en la ex URSS el alza sería de 19,6 millones y en Rusia, de 11,4 millones. Por el contrario, en Estados Unidos se aventura una caída de 4,4 millones.

El mercado interior español no escapa a lo que pasa a nivel mundial. Por eso tampoco tiene una tendencia clara de cara al principio de la nueva campaña. Mientras tanto, y a la espera de que comiencen las siegas en las zonas más tempranas dentro de diez días, durante la semana pasada predominaron los recortes de precios (aunque también hubo algunas repeticiones) con los compradores retirados, hasta que se concreten, o no, las buenas expectativas de cosecha que hay en las zonas productoras.