Políticos de salón

Suelen decir los clásicos que la Política es el arte de lo posible, parece que Zapatero quiere que la Política sea el arte de lo que a él le dé la real gana. Con este criterio no ha dudado en poner toda la maquinaria del Partido, y lo que es peor del Gobierno, al servicio de su candidata, la Ministra Jiménez. Lo que no ha valorado el Presidente es el peso de la tradición de rebeldía en el Partido Socialista de Madrid. Y es que cada vez que se han enfrentado políticos de salón contra guerrilleros, en territorio madrileño, han salido ganando estos últimos.
Las cámaras y los pasillos del Congreso de los Diputados, la prensa y los círculos del poder son una cosa y las trincheras de unas primarias otra muy distinta. Por eso perdió Díaz contra Simancas en el IX Congreso de la Federación Socialista, a pesar de estar apoyado por Ferraz.
Por menospreciar la capacidad de resistencia de Tamayo perdió Simancas la Presidencia, y por eso perdió José Bono frente a Balbas, que no contra Zapatero, al que por entonces no conocían ni en León, el 35 Congreso Federal. La primera en experimentar la diferencia ha sido la propia Ministra de Sanidad, que ha visto como la foto con Tomás Gómez le robaba todo el protagonismo público en su presentación en la sede de Callao. A cambio, la Ministra ahora nos aclara que trabajar no es suficiente para ser candidato en una democracia; ¡claro que no! , además es imprescindible gustarle al jefe.