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Muñoz contrató a su pareja en Sevilla Global cuando era consejero delegado
El socialista que denuncia «enchufismo» del PP impulsó la carrera de su novio en 2001
Sevilla- «Por la boca muere el pez» pensarán muchos. Otros se acordarán de la expresión «el cazador cazado». Y habrá quien crea la versión del protagonista en cuestión. Sea como fuera, los hechos confirman que Antonio Muñoz, el portavoz adjunto del Grupo Socialista que ha denunciado en los últimos días una supuesta «trama de enchufismo» del Ayuntamiento en los talleres de distritos, contrató en 2001 a su pareja en Sevilla Global cuando ocupaba el cargo de consejero delegado. Según la documentación a la que ha tenido acceso LA RAZÓN de Sevilla, el hoy concejal firmó la vinculación por tiempo indefinido de Fernando Repiso Rubio, con quien en la actualidad continúa manteniendo una relación sentimental, un hecho que de forma sorpresiva Muñoz asegura que ni siquiera recuerda, según las fuentes del partido socialista consultadas.
El 13 de diciembre quedó registrado en el Instituto Nacional de Empleo el contrato de trabajo rubricado por Muñoz, aunque su pareja comenzó a desarrollar sus funciones con fecha 1 del mencionado mes. Sevilla Global era presidida entonces por Emilio Carrillo. Fernando Repiso accedió a la empresa municipal como Coordinador Senior de Proyectos, lo que se correspondía en la escala profesional como Técnico Superior, y trabajó en el pabellón de Italia de la Isla de la Cartuja hasta el 7 de noviembre de 2005, cuando solicitó una excedencia para trabajar en la Junta de Andalucía. Las condiciones del contrato incluían una remuneración de 6.000.000 de pesetas y una jornada laboral de lunes a viernes de 38 horas.
En la actualidad, Repiso continúa en excedencia. De hecho, el 14 de mayo de 2008 remitió un fax solicitando su prórroga al cambiar de cargo en la Administración autonómica. «Adjunto te remito para tu conocimiento mi nuevo nombramiento como asesor de la Consejera de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía, con fecha 25 de 2008, entendiendo que, con esta notificación, no se altera mi situación de excedencia forzosa de Sevilla Global, dado que la única diferencia con respecto a la situación anterior es el cambio de consejería», explica el propio Repiso en el documento remitido al Ayuntamiento hispalense. Es decir, pasó a trabajar con la socialista Evangelina Naranjo.
La versión que defiende Antonio Muñoz para explicar que no se trató de un «enchufe», aunque admite que en aquella época –año 2001– ya eran pareja, se apoya en que Repiso, licenciado en Investigación y Técnicas de Mercado por la Facultad de Económicas de Sevilla y Máster en San Telmo, no se encontraba en situación de desempleo, sino que ya trabajaba en el propio Ayuntamiento, en una oficina de Turismo. Recuerda el portavoz adjunto socialista que en el proceso de selección abierto en Sevilla Global accedieron candidatos del Consistorio y de fuera de él, siendo Doop Consultores la empresa encargada de escoger al profesional que mejor se adecuase al perfil requerido.
Además, Muñoz aclara que por su condición de Consejero Delegado de la sociedad tenía que firmar todos los contratos como representante de la empresa de promoción económica, de ahí que su firma sea la que diera validez a la documentación, pero que en ningún caso llegó a trabajar con la que sigue siendo su pareja directamente. Insistiendo que no tiene memorizado haber rubricado ese contrato en cuestión.
Lo que parece incuestionable es que Repiso impulsó su carrera profesional en Sevilla Global, una empresa municipal en la que su pareja era consejero delegado. Aunque no se cuestiona la capacitación ni el currículo de su pareja, la conexión entre ambos en el mismo lugar de trabajo se produjo durante un periodo de tiempo.
Aunque la falta de ética resulta una constante en la política, el hecho de que Antonio Muñoz sea quien lidere la denuncia del PSOE por las «poco estéticas» contrataciones de familiares del PP en los talleres de distrito choca ahora un poco más.
Sospechoso entorno familiar del PSOE sevillano
Una imagen vale más que mil palabras. En ésta, Antonio Muñoz posa con Sonia Viera y su pareja Fernando Repiso Rubio con ropa ibicenca. La hija del ex secretario general del PSOE en la provincia también se ha visto salpicada por la polémica por su vinculación profesional –la de las empresas para las que trabaja o ha trabajado– con la Diputación de Sevilla. Los casos de «enchufismo» han sido una constante denuncia desde el PP, que ahora también sufre las acusaciones.
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