Anorexia por Idoia Arbillaga

Julia Schneider, la ganadora del concurso Elite, es una sueca de 15 años absolutamente esquelética, de aire enfermizo y anoréxico, un horror de criatura que debe de matarse de hambre para pesar los…¿42 kilos que pesará? Me parece indignante, como ser humano, no sólo como mujer, que ése sea el ideal estético de hembra para lucir ropa. Ése ha de ser el arquetipo que verán las niñas de temprana edad en fotografías, anuncios televisivos y publicidad de toda índole. Parece que ni estas jóvenes, ni sus padres, conocen bien cómo se les retira el período a las chicas que no se alimentan bien: se les cae el cabello, una repugnante pelusilla les recubre el cuerpo, los huesos se clavan en su piel y les crean llagas, se les descalcifica el esqueleto, desarrollan intolerancia a los alimentos sólidos… Un camino que muchas veces ya no tiene regreso, el final es la muerte. Recuerden a la modelo que se ofreció a salir desnuda en grandes carteles, anoréxica, quien llegó a pesar 35 kilos, quien quería enseñar la miseria de su cuerpo para aleccionar a otras jóvenes…Muerta finalmente. ¿Aún no ha aprendido la sociedad a refrenar la influencia, muchas veces nefasta, de la moda? ¿No es coherente que los estados controlen todo aspecto social que agreda a los principios básicos de la salud pública? Afortunadamente, ya son muchas las jóvenes que encuentran insólitas ciertas elecciones de la moda y la publicidad; pero seguimos hallando que eventos con tanta repercusión mediática incurren en elecciones dantescas. Cualquier cuerpo es bello, más delgado o más grueso, con más altura, anchura o cualesquiera sean sus formas, cualquier ser humano posee belleza, cualquiera… mientras posea un cuerpo sano.