Los socialistas llevarán la tensión territorial a la Conferencia de Presidentes

Madrid- El Gobierno quiere que de la gran cita en la Plaza de la Marina Española salga un mensaje de unidad frente al déficit. Y Mariano Rajoy confía en que de la V edición de la Conferencia de Presidentes que se celebra hoy en el Senado salga un documento en esta línea rubricado por los asistentes que traslade un mensaje unívoco a las instituciones europeas: España va en serio y todos sus gobiernos están volcados en la recuperación económica y la creación de empleo. El éxito o el fracaso de la convocatoria dependerá en buena medida de si se logra desviar el foco de las tensiones territoriales, del encaje de Cataluña en España o de la revisión del modelo de Estado... Una cosa llevará a la otra seguro, pero La Moncloa se ha propuesto que la cita tenga como principal punto del orden del día la consolidación fiscal, y va decidida a pedir de nuevo que las comunidades cumplan este ejercicio con el objetivo de déficit del 1,5 por ciento.

Y ahí llegará el primer choque de trenes porque los socialistas, con el andaluz José Antonio Griñán a la cabeza, defenderán, sí, el pacto de estabilidad y crecimiento, pero reclamarán más plazo para cumplir con el déficit, además de un giro en la política del Gobierno que ayude a crear empleo en vez de sólo aplicar recortes. Tres serán sus líneas rojas: sanidad, educación y servicios sociales.

Los presidentes de Andalucía, Asturias y País Vasco se reunieron ayer con Alfredo Pérez Rubalcaba para poner en común sus intervenciones de hoy, en las que todos, según ha podido saber este diario, reclamarán un nuevo calendario del déficit. Aun así sostienen que llegan al Senado con ánimo constructivo, sobre todo porque es el PSOE «quien lleva meses pidiendo al Gobierno que reúna a la Conferencia de Presidentes».

Más allá de las especificidades que plantee cada presidente autonómico socialista, la idea de la dirección federal del PSOE es que todos constaten ante Rajoy el fracaso de las políticas de austeridad y defiendan un cambio de la línea económica. «No existe discusión sobre la necesidad de reducir el déficit, pero sí sobre la estrategia de consolidación fiscal, sobre todo en el ritmo y la metodología», sostiene José Antonio Griñán. El presidente andaluz hará hoy una enmienda a la velocidad impuesta por el Gobierno a las comunidades para reducir el déficit público y también al plazo establecido, ya que en su opinión limita las posibilidades de cualquier política de estímulo.

El barón del PSOE considera necesario alcanzar un acuerdo sobre el conjunto de los objetivos y prioridades del país, que determine el papel del aumento de los ingresos y la reducción del gasto en la minoración del déficit y, dentro de éstos, cuáles son los gastos a preservar y dónde hay que realizar los ajustes y sacrificios. Dicho de otro modo: determinar qué es prioritario y qué no y después, acordar quién debe asumir los ajustes, en función de la responsabilidad y de las competencias de cada nivel del gobierno. «El problema de España, y en especial de las autonomías, no es de excesivo gasto, sino de escasez de ingresos públicos». De ahí que su propuesta sea un replanteamiento «profundo» del sistema tributario, especialmente de la imposición directa.

Es necesario, y así lo verbalizará ante el resto de presidentes regionales, no un nuevo modelo de financiación sino la revisión del actual. En esto sí coincide el andaluz con el Gobierno del PP, que ya ha dicho que en este momento no es prioritaria la reforma.

Todo indica que será el único punto de encuentro porque en lo que respecta al modelo federal que defenderá Griñán no parece que vaya a existir convergencia. Los socialistas plantearán una reforma constitucional consensuada que camine por la senda federalista. «No a la recentralización y no a las asimetrías», será su santo y seña antes de invocar un gran acuerdo parlamentario que transite a un modelo de corte federal que «desde el respeto a las diferencias garantice la igualdad». El objetivo: cerrar la fase de construcción del Estado de las Autonomías con una estructura federal y un nuevo Senado.

Núñez Feijóo: «El presupuesto no le gusta a nadie»
El presidente en funciones de Galicia , Alberto Núñez Feijóo, afirmó ayer que entiende a sus compañeros de partido y presidentes de otras comunidades que criticaron los Presupuestos Generales del Estado para 2013, cuyo contenido, dijo, «no le gusta ni a quien lo ha hecho». La realidad es que «tenemos que hacer frente a muchos pagos para afrontar los intereses de la deuda», lo que consideró una prioridad y un valor en sí mismo del proyecto de presupuesto.

Alberto Fabra reclama inversión y financiación
El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, aseguró ayer que los Presupuestos están mal repartidos entre las comunidades y criticó que para algunos, «los de siempre», sí haya recursos. Fabra le trasladará a Rajoy hoy su malestar por las cuentas del Estado, al tiempo que reclamará «desde la lealtad» todas las cuestiones que afectan a los intereses generales de los valencianos, como «la financiación o el agua».

Cospedal recorta un 10% de las cuentas
La presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reconoció ayer que aunque a todas las comunidades autónomas les gustaría contar con «más dinero», éste es el momento de la «responsabilidad». Anunció ayer que los presupuestos de Castilla-La Mancha para 2013 ascenderán a 7.440 millones de euros, lo que supondrá un 10,25 por ciento menos que en el ejercicio anterior, cuando la cuantía ascendía a 8.290 millones de euros.