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Elena Reguero: «Hay talento pero no está bien canalizado»

Nació: Madrid, 1982. Una película: «La vida es bella». Un grupo de música: Madonna, Depeche Mode y Amigos de Barra. Dentro de 20 años: con más experiencia, pero con la misma ilusión por conseguir las cosas que deseo.

Elena Reguero: «Hay talento, pero no está bien canalizado»
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–¿En qué ayuda su empresa Homocreativus, que vende soluciones on-line, a los clientes?
–Nuestro valor está en la habilidad que tenemos para resolver sus problemas con un menor coste y mayor valor. Les enseñamos nuevas oportunidades de negocio y los convertimos en referencia.

–¿El móvil tiene techo?
–La aparición de iPhone ha cambiado la forma de entender el móvil: hay cientos de aplicaciones profesionales, personales y de ocio que podemos llevar en el bolsillo como si fuese un ordenador personal. Steve Jobs fue un visionario. Sinceramente creo que la tecnología móvil no ha hecho más que despegar y no puedo ni imaginar dónde acabará.

–¿Andamos escasos de talento?
–Hay mucho, pero no está bien canalizado. Estamos faltos de iniciativas y respuestas eficaces por parte de las administraciones ante la realidad económica en la que estamos inmersos. Durante los últimos años se ha premiado más la «titulitis» que la creatividad empresarial.

–¿Está indignada?
–Si soy sincera, yo también me he sentido engañada por una sociedad que desde joven me ha inculcado la necesidad de estudiar y aprender idiomas para acceder a un puesto de trabajo digno; y, sin embargo, la realidad ha sido otra: todo lo que me dijeron mis padres, mis educadores y el Gobierno ha sido mentira. Por eso me decidí a ser empresaria, para gestionar mi propio empleo. El mundo es economía, pero sin personas no hay economía.

–¿La suya es una generación desilusionada?
–Más bien engañada, a la que se le habla de valores como, amistad, solidaridad, libertad, que finalmente quedan en propaganda electoral. A día de hoy tenemos que luchar por un bienestar ficticio que sólo disfruta la clase política.

–¿Qué le pediría a esa clase política?
–Ya no se trata de derecha o de izquierda, sino de saber gestionar nuestro bienestar social. Los políticos deberían ver España como una empresa que dirigen y en la que los accionistas somos todos los españoles. Eso sería lo adecuado en vez de preocuparse por su propio interés personal y partidista, ajeno a la realidad.

–¿Los jóvenes tienen alguna responsabilidad sobre su situación?
–Todos somos responsables en mayor o menor medida. A mis 28 años no espero nada de las instituciones, sólo creo en mi esfuerzo personal y en la dedicación absoluta a mi empresa.

–Se dice que las crisis a veces son catárticas, ¿lo piensa?
–Estoy convencida de que las crisis sirven para limpiar sectores llenos de intrusismo, pero también para aportar oportunidades de negocio y cambios sociales y culturales impensables en épocas de bonanza.