José Blanco La cara visible del final del «amigo» Zapatero

De hecho, abandonó sus estudios con el bachiller recién terminado, se afilió al PSOE y empezó a escalar puestos. Desde entonces ha ido acaparando poder constante; es más, ninguna madre española habría soñado ni en sus mejores noches que un hijo sin «carrera universitaria» podría llegar tan lejos. Y he aquí que «Pepiño», con unas cuantas horas lectivas sobre dinámicas de grupo y técnicas políticas y de organización maneja el Ministerio del gasto por excelencia y el de mayor presupuesto y ahora, para mayor abundamiento, dirigirá los mensajes del Ejecutivo; una función que llevó a cabo en el PSOE cuando ejerció de secretario de organización y que no hizo nada mal como azote del PP. En 1989 aterriza en Madrid como senador con 27 años y en 1996 pasa a las listas del Congreso y consigue el acta de diputado. En la carrera de San Jerónimo se une al grupo de «los hombres grises», con Zapatero como líder, y empiezan a entretejer para irse haciendo con el aparato periférico del PSOE, pues Ferraz estaba con Bono. Sin embargo, en el 35 congreso federal ganan a Bono contra todo pronóstico y logran que Zapatero sea el secretario general y candidato del PSOE en las generales. En aquel tiempo, paradojas de la vida, Rubalcaba apoyaba a Bono y José Blanco ya era la mano derecha del todavía inquilino de La Moncloa. Desde 2003, ha coordinado todas las campañas electorales del PSOE, excepto las europeas de 2009. Tampoco lo hará en esta ocasión porque será la cara visible de la última etapa del Gobierno y del final como presidente de su amigo Zapatero. Y es que parece difícil ser cara y voz del Gobierno de los errores y coordinar la campaña de Alfredo P. Rubalcaba, que precisamente quiere desvincularlas de ese Ejecutivo e incluso de las siglas que lo acompañan desde 1974. Ahora falta saber si Blanco podrá acoplarse a Rubalcaba en el futuro, pues con 49 años sería un drama que terminara su carrera política.