IVA

Cuestión de sensibilidad por Ely del Valle

La Razón
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Confieso que mi intención era la de escribir sobre la gran oportunidad que tiene la marca Abanderado de fichar a Nadal aprovechando su condición olímpica. Cualquier cosa con tal de no escribir de economía, materia, por otro lado, que me es bastante ajena. Sin embargo, uno de los puntos del último paquete de medidas del Gobierno, concretamente el que se refiere a la subida del 15 al 19% del IRFP a los autónomos, me ha hecho replantearme lo de Nadal. La bofetada al colectivo que supuestamente está llamado a darle pedales a esta bicicleta atascada en el barrizal de las deudas es dolorosa por partida doble: porque Rajoy no dijo ni pío del tema en su comparecencia en el Congreso y porque llega en vez de la de contemplar el pago del IVA cuando se cobra, que es algo que sus señorías han aprobado reiteradas veces para llamarse después a andanas. Los autónomos no salen a la calle a protestar quizá porque no tienen paga extra que se les pueda quitar, ni derecho a recibir un subsidio de paro que se les pueda recortar, ni días libres para ocuparse de sus asuntos –que también son criaturas de Dios–, ni vacaciones remuneradas.

A cambio de recaudar para el Estado gran parte del IVA, el Estado les otorga el gran honor de financiarle adelantando impuestos. Son centenares las facturas que durante meses no han pagado las administraciones públicas pero cuyo IVA ha sido adelantado por el autónomo para sostener a esa misma Administración morosa. No es momento de andar vociferando sino de apretar los puños, y en eso, el colectivo de autónomos está siendo muy responsable. Qué menos que Rajoy hubiera tenido el detalle de mencionar lo del IRPF para que no se tuvieran que enterar por el BOE.