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Barajas

Mauritania adopta una «estricta neutralidad» sobre el conflicto de Sáhara Occidental

El presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdelaziz, ha afirmado en una entrevista con el canal de televisión Medi 1 Sat que su país adopta una posición de "estricta neutralidad"de cara al conflicto de Sáhara Occidental.

"Mauritania está presente en las negociaciones para la solución del conflicto bajo los auspicios de Naciones Unidas", ha recalcado Abdelaziz, según recoge la agencia de noticias saharaui SPS.

En otro orden de cosas, el mandatario mauritano ha apostado por la construcción de un Gran Magreb Arabe de los pueblos y ha mostrado su esperanza de que en la región se genere un clima de paz, prosperidad
y seguridad.

En este sentido, ha subrayado que esta idea será realidad en el marco de la Unión del Magreb Arabe (UMA). Por último, ha manifestado que espera que los cambios de Gobierno en Túnez y Libia contribuyan al fortalecimiento de la UMA.

Incluso antes de su independencia, el que sería primer presidente de la república de Mauritania, Moktar Ould Daddah, defendió las diferencias entre los saharauis y los marroquíes con la intención de crear un territorio tapón que frenase los intentos anexionistas de Rabat.

Sin embargo, y pese a estas buenas relaciones, Nuakchot temía que Madrid y Rabat pudieran llegar a pactar el destino de la colonia de manera bilateral, por lo que Mauritania llegó a plantear en 1963 el asunto en Naciones Unidas, reclamando su soberanía sobre parte del territorio como forma de intentar disipar las buenas relaciones entre Hassan II y Francisco Franco tras una reunión entre ambos en el aeropuerto de Barajas.

La postura mauritana cambiará en 1975 cuando Nuakchot decidió respaldar la petición marroquí a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para el retraso del referéndum en Sáhara Occidental, en parte por el temor de que la creación de un Estado independiente pudiera atraer a la población árabe bereber y se crearan inestabilidades sociales en el país.

En virtud de los Acuerdos de Madrid, firmados ese mismo año, se estableció una administración temporal tripartita constituida por España, Marruecos y Mauritania. Tras la proclamación de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) --con el respaldo de Argelia-- el mismo día de la retirada de la presencia española, el Frente Polisario iniciará una guerra de liberación contra ambos países.

Finalmente, en 1979 Mauritania firma la paz con el Polisario renunciando a sus pretensiones sobre el territorio, aunque Marruecos ocupó el espacio dejado por Mauritania con el respaldo de Estados Unidos. Desde entonces, Mauritania ha sido un actor secundario en el conflicto, ocupando Marruecos y España --y Naciones Unidas en el plano multilateral-- el papel central en el mismo.