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Nueva Rumasa basó la emisión de pagarés en una opinión de Garrigues que no lo aconsejaba
Nueva Rumasa emitió los pagarés de sus empresas basándose en un documento del despacho Garrigues en el que no se aconsejaba esta fórmula para obtener financiación y solo incluía la posibilidad legal de emitir participaciones o acciones, según explicaron fuentes jurídicas.
La opinión emitida por Garrigues quedó reflejada en una carta aportada este miércoles por el gestor de Nueva Rumasa Manuel Sánchez Marín durante su declaración como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en la causa que investiga la presunta estafa de los pagarés.
En el documento, el despacho advertía a la familia Ruiz-Mateos de que Ley del Mercado de Valores (LMV) solo les permitía emitir participaciones y acciones de las sociedades del grupo, pero nada decía de los pagarés. El artículo 30 bis de la LMV establecía que el ofrecimiento público de pagarés por valor nominal inferior a 50.000 euros requería la verificación y registro de un folleto informativo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Sin embargo, Manuel Sánchez Marín, gestor de parte de las sociedades de Nueva Rumasa, afirmó que José María Ruiz-Mateos Rivero, consejero delegado del grupo empresarial, se basó en esa opinión para poner en marcha las emisiones de pagarés y que fue él junto al exabogado del grupo Joaquín Yvancos, quienes acudieron a Garrigues a pedir consejo.
Al ser preguntado por el fiscal por la ausencia de los pagarés en la carta, el imputado se ofreció a aportar un correo electrónico procedente de Garrigues donde, según declaró, sí se recomiendan este tipo de emisiones.
El juez le ha dado un plazo de cinco días para aportarlo. Además, el imputado señaló que en 2010, tras el cambio legal que impidió a Nueva Rumasa seguir emitiendo pagarés, él e Yvancos acudieron a la CNMV para informarse de si podían continuar con la captación de inversores. El organismo supervisor advirtió en siete ocasiones a los inversores del riesgo de los pagarés.
PRESTAMOS DE PARTICULARES A NUEVA RUMASA.
Durante su declaración, Sánchez Marín reconoció que desde su despacho de la Calle Diego de León se gestionaban los "pagos y cobros"de los préstamos que particulares daban a empresas de Nueva Rumasa, pero negó haber tramitado los pagarés corporativos anunciados en televisión así como haber captado dinero no declarado a la Hacienda Pública de los inversores.
Los testigos atribuyen también a Sánchez Marín la captación de inversores que adquirieron pagarés con dinero en B, que no iba a parar a la sociedad Bardajera, que actuaba como 'caja única' de los Ruiz-Mateos y que llegó a acumular 673 millones de euros de las sociedades del grupo.
El imputado explicó que la devolución del dinero a los prestamistas particulares se hacía mediante pagarés de empresas del grupo y con intereses, bajo la gestión de Francisco Javier Ruiz-Mateos.
Sánchez Marín indicó que en su oficina se custodiaban los documentos de Nueva Rumasa procedentes del despacho de Yvancos en la calle Velázquez, se gestionaba la contabilidad, así como las sociedades patrimoniales de los hijos de José María Ruiz-Mateos y Teresa Rivero.
El imputado declaró desconocer el volumen de dinero y el número total de inversores en pagarés corporativos captados por la familiar Ruiz-Mateos.
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