Pasión futbolera

Madrid- Cuando todavía faltaban 24 horas para que el árbitro diera comienzo de la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona, ayer la estación de Atocha ya era un hervidero de aficionados que se disponían a viajar a Valencia. Muchos han aprovechado las vacaciones de Semana Santa para desplazarse, pero otros han tenido que pedir un día libre en el trabajo o cambiar el turno a algún compañero. Todo vale cuando se trata de ver cómo luchan el Madrid y el Barça por la Copa del Rey en el que será el segundo de los cuatro encuentros que unirán a los dos clubes rivales este mes.
Pero la afición por el fútbol español traspasa todas las fronteras, incluso el Atlántico. La familia de Jesús vive en México y han aprovechado los días libres para venir a España y ver la final. Sus hijos Luis y Daniel, de 14 y 9 años respectivamente, son dos fieles seguidores del fútbol de nuestro país ya que su madre es española: «Cada uno es de un equipo, Luis es del Barcelona y Daniel del Real Madrid, por eso lleva la camiseta de Casillas, explicó Jesús minutos antes de disponerse a subir al tren en dirección a la capital del Turia. «También estuvimos viendo el clásico el otro día en el Bernabéu, nos encantó» aseguró el mejicano.

Toques de balón hasta en Atocha
Mientras Luis y Daniel hacían tiempo jugando con un balón, también esperaban para coger el AVE Julián, Ramón y Alfonso, tres jóvenes de entre 24 y 25 años y seguidores del Real Madrid: «Nos vamos hoy para Valencia y así calentamos motores. Hace mucho que tenemos las entradas y por fin se acerca el día. Además seguro que ganamos, van a marcar Özil y Cristiano Ronaldo». Lo que les daba pena era no estar en Madrid si ganan los blancos: «Las celebraciones en Cibeles siempre son espectaculares, pero si se tiene que festejar la victoria en Valencia, pues encantados. La última vez que fuimos a Cibeles fue en la final del Mundial, pero ya tenemos ganas de celebrar una victoria del Madrid, que últimamente nos tienen secos» decía Alfonso. Los madridistas tienen todas muchas esperanzas puestas en este título. Si hay suerte esta noche la Cibeles se vestirá otra vez de blanco.