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Europa reclama el liderazgo en la reconstrucción de la nueva Libia

La UE llega hoy a la conferencia de París con un vago plan de asistencia

Varios niños hacen cola para recoger pan en una tienda cerca de Trípoli
Varios niños hacen cola para recoger pan en una tienda cerca de Trípolilarazon

BRUSELAS- Fue una guerra cocinada y liderada por Europa. Por eso, los europeos también quieren estar en la primera línea en la fase de transición democrática y de reconstrucción en Libia, ahora que con la caída de Trípoli y la fuga de Muamar Gadafi se viven los días finales del conflicto. Para ello, la UE tiene previsto llegar hoy a la conferencia de París de «Amigos de Libia» con la representación institucional de más alto nivel, pero con pocos planes concretos para un país que, aunque con riqueza, carece de instituciones, tradición democrática y partidos políticos.

Los europeos, liderados por el presidente Nicolas Sarkozy, y su gran apoyo en el conflicto, el premier británico David Cameron, así como José Luis Rodríguez Zapatero o la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, presentarán como aperitivo el levantamiento de las sanciones, y la descongelación de activos en suelo europeo, a la «gran parte» de las empresas libias castigadas por la UE, según explicaron ayer fuentes europeas. Países como Francia, Italia y España han empezado a desbloquear los bienes, necesarios para pagar la cuenta a unas empresas europeas que ya pelean por los contratos. El grupo de firmas, que rondaría la treintena de entidades, incluye las seis autoridades portuarias del país, así como otras del crucial sector energético.

Los diplomáticos europeos trabajaban ayer contra reloj para cerrar el acuerdo antes del arranque de la conferencia hoy por la tarde, a la que también asistirá la jefa de la diplomacia americana, Hillary Clinton, el secretario general de la OTAN, que ha liderado la ofensiva internacional, y su homólogo en la ONU. Rusia acudirá con una representación de menor rango, mientras que China asistirá sólo en calidad de observador.

En la capital francesa se hablará de las necesidades humanitarias más urgentes de los libios, como medicamentos, agua, combustible o seguridad. Pero, sobre todo, del incierto futuro a medio y largo plazo de un país sin instituciones. La oferta de la UE, de brocha gorda, pasa por facilitar la movilidad de élites, empresarios y estudiantes, la apertura de mercados y una aportación monetaria, aún por concretar, que se sumará a los 170 millones entregados hasta ahora. Pero más importante, y complicado, será construir un estado desde cero que no conoce la democracia.

La parte fundamental de la aportación europea será el asesoramiento en la transición hacia la democracia en Libia, pero también en Túnez y Egipto. Al frente de esta hercúlea tarea de «acompañamiento», como prefiere llamarla, estará Bernardino León. El hasta ahora mano derecha de Zapatero en asuntos internacionales se presentó ayer ante el Parlamento Europeo en su nuevo cargo de enviado especial de la UE para la Primavera Árabe. Destacó ante los periodistas después que parte importante en esta fase de cambio será la seguridad, por lo que la UE «ya prepara» misiones de entrenamiento para policías en estos países.


España envía ayuda a Trípoli
España seguirá dando todo su apoyo, como hasta ahora, en materia humanitaria al pueblo libio, recordó ayer el presidente del Gobierno. Zapatero dijo que en estos momentos se están enviando 18 toneladas de medicamentos, además de equipos médicos, y que se han puesto a disposición del CNT 16 millones de euros.