Distribución
Un comercial indemnizará a un agricultor por pagarle demasiado poco
Por primera vez, una sentencia reconoce que un precio no se acoge a derecho
VALENCIA- El mundo de la agricultura valenciana vivió ayer un hecho histórico. Por primera vez un juzgado reconoció lo que ellos llevan años denunciando. Y es que muchos de los agentes comerciales que compran la naranja «a resultas», es decir, sin un precio previamente establecido con el agricultor, pagan precios excesivamente bajos. Tanto, que los cultivos no son rentables.
Pues bien, la Audiencia de Valencia ha condenado a un operador comercial a pagar 14.091 euros a un matrimonio productor de cítricos que había vendido su cosecha mediante esta fórmula.
Con esta condena la Audiencia acepta el recurso planteado por esta pareja de agricultores por discrepancias en el precio de la cosecha que finalmente pagó el operador, que fue de 4.200 euros por todo el cultivo.
Los demandantes alegan que, aunque el precio no estaba fijado de antemano, se obligaba al comprador a pagar el precio más alto posible. Además, en su recurso, los productores aportaron un informe de valoración con arreglo a los precios obtenidos por el huerto vecino, que concluyó que se les debería haber abonado el kilo a 0,1457 euros, frente a los 0,0708 euros que se les pagó en la variedad «Navel lane late», mientras que en «Clemenvilla» deberían haber percibido 0,1076 euros y se les pagó 0,0958 euros.
Fuentes de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) señalaron que la abogada de esta organización también alegó los precios que marcaba la Lonja de Cítricos de la Conselleria en el momento de la transacción.
De ahí, que en la sentencia se dictamine que el hecho de que la venta sea «a resultas», no da derecho al comprador a pagar un precio por debajo del valor de mercado.
El juez también estima el recurso al considerar que no se avisó a los productores del elevado porcentaje de destrío, y que el operador comercial no justificó ni explicó de forma suficiente la liquidación practicada.
Para AVA, esta sentencia puede tener una trascendencia histórica en el ámbito de la compraventa de cítricos, ya que, por primera vez, un tribunal anula una operación de este tipo, de forma que más agricultores pueden optar por esta vía para denunciar transacciones que consideren injustas.
La venta «a resultas» es «una lacra que atenta directamente contra la rentabilidad de los productores».
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