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Hacia un modelo europeo de cine

Francia, Gran Bretaña y Alemania, con un sistema similar al que plantea Cultura, financian decenas de cintas al año con el dinero de las desgravaciones fiscales y sus filmes obtienen más éxito

Hacia un modelo europeo de cine
Hacia un modelo europeo de cinelarazon

Para los escépticos con la Ley de Mecenazgo en la que el Partido Popular quiere hacer descansar la financiación de la Cultura hay que mirar a Europa. El modelo ha sido ensayado con éxito incluso en el sector que más da que hablar en España a causa de las subvenciones: el cine. El modelo, en este periodo de transición de la cultura de la ayuda a la de la desgravación, es Francia, donde la protección es alta pero la palanca fiscal también. Para acabar en un modelo más anglosajón, en el que el grueso de los ingresos para la producción de filmes provengan de sectores ajenos al cine por la vía de la desgravación. Como avisa Lassalle, no es un proyecto de resultados inmediatos pero, «a medio plazo, obtendremos mayores retornos del sector al crearse más puestos de trabajo y un tejido industrial que ahora no existe».
 

Francia
Superprotección

El panorama cinematográfico siempre es mejor al otro lado de los Pirineos, incluso en plena crisis económica. Las salas francesas se llenaron en 2011 hasta registrar una taquilla de 215 millones de entradas, un 4,2 % más que en 2010 y la mejor cifra desde 1966. Un 41,6 % de éstas fueron para ver cintas galas. La producción fílmica es un oasis con más de 200 largometrajes patrios por año, gracias a un sistema de financiación que combina las ayudas públicas con toda una serie de dispositivos financieros y la contribución de las cadenas de televisión.

Su originalidad reside en que la aportación directa de los presupuestos estatales es prácticamente inexistente gracias a que el sistema de ayudas se financia, en gran parte, internamente, mediante las contribuciones obligatorias de las empresas implicadas en la explotación de una película. Así, el Centro Nacional de la Cinematografía (CNC) recauda la «Tasa Especial Adicional», un impuesto del 11% que se aplica a cada entrada de cine; la tasa a los difusores de televisión, que representa un 4,5 % de sus ingresos por publicidad y abonos; y la tasa a la edición de vídeo y bajo demanda (2%), que son las tres fuentes que alimentan el fondo de ayudas automáticas y selectivas que el CNC redistribuye posteriormente a las sociedades de producción. En total, un presupuesto que supera los 700 millones de euros anuales y que el Gobierno quiere limitar para reducir el déficit público.

Las ayudas selectivas o avances sobre ingresos, creadas en 1960, tienen por objeto favorecer que la creación se renueve, apoyando a la realización de «obras noveles», y respaldar un cine tradicionalmente «independiente» que no podría financiarse sin ayuda estatal. Además, existen beneficios fiscales que incitan a que la mayor parte de los gastos de producción se realicen en Francia. Hay un límite: 1 millón de euros.

Asimismo, estas ventajas fiscales no pueden, sumadas a las otras ayudas, suponer más del 50 % del presupuesto de la película o, si se trata del primer o segundo filme de un director o es una producción independiente, del 60 %. Completan el sistema instrumentos de inversión como la SOFICA, que capta capital privado con una desgravación del 40 % para sus suscriptores, y cuyos fondos (63 millones en 2009) financian más de cien filmes por año.
 

Gran Bretaña
Desgravación

El Gobierno de Cameron se propuso meter tijera para hacer frente a la deuda histórica que arrastra el país. El primer peón en caer fue el UK Film Council, cuyas competencias pasaron el 1 de abril de 2011 al British Film Institute. El ya extinto organismo –fundado en 2000 por Tony Blair para dar un empuje, sobre todo económico, al cine británico– contaba con un presupuesto anual de 82 millones de libras (120,8 millones de euros) y sólo para invertir en películas tenía un fondo de 15 millones. Ahora, las principales fuentes de financiación del cine provienen de los incentivos fiscales –la desgravación fiscal supone 100 millones de libras al año– y de fondos de la lotería para el cine. En la actualidad son alrededor de 27 millones de libras (32,62 millones de euros) al año y está previsto que aumente a alrededor de 52 millones de euros anuales para el ejercicio de 2014.

Italia
Ayudas directas

Las ayudas estatales al cine en Italia se gestionan a través del Fondo Único para el Espectáculo, dependiente del Ministerio para los Bienes Culturales. En 2011 este fondo ha destinado 75,8 millones de euros a subvencionar producciones cinematográficas. La cantidad con la que el Estado italiano ayuda a su cine se ha visto reducida continuamente durante la última década excepto el año pasado, cuando se mantuvo, lo que, sin embargo, no ha provocado un menor éxito de las películas nacionales. De hecho, el porcentaje de espectadores de cine que eligen estos filmes está en continuo aumento. En 2010 las cintas estadounidenses lograban un 60% de la audiencia, mientras que las italianas conseguían un 33%. El porcentaje de éstas aumentó al 40% el año pasado, quedándose aquellas en un 45%.

Alemania
Sistema mixto
Alemania dedica a ayudas directas al cine mucho más que España, también sus economías son poco comparables: cerca de 308 millones desde el Estado (frente a los 85 españoles) y 140 desde los lander (frente a los 50 de las autonomías nacionales). Lo más novedoso es que el sistema de desgravación logró 59 millones de euros de capital privado.

 

El detalle
España: 113 millones invertidos y 95,7 recaudados

El caso español se sitúa en mita de sus vecino europeos. No es el país que menos inversión estatl tiene, aunque los 113 millones que el Estado ha dedicado en 2011 lo sitúan por delante de Gran Bretaña o Italia. La respuesta del público a su cinematografía sí está, sin embargo, por debajo de la de los principales países: con datos del pasado 27 de diciembre, la cuota del cine español se situaba en el 15,3% del mercado, con una recaudación de 95,7 millones de euros.