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De lo malo a lo peor por Carmen Gurruchaga

La Razón
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El PNV ha tardado décadas en darse cuenta de que su contrincante electoral no es el tan denostado «españolismo», representado por el PSOE o el PP, sino la otra opción nacionalista, la de la izquierda abertzale, que está a punto de arrancarle su primacía electoral. Una evidencia de la que le advertía el centro derecha español, pero a la que los peneuvistas hacían poco caso porque procedía del PP. Sin embargo, resulta tan obvia que los dirigentes del movimiento que fundara Sabino Arana han tenido que cambiar su discurso legendario, según el cual, en el camino hacia la soberanía nacional, quienes defendían esta opción debían caminar unidos hasta conseguirla; y para lograrla, presentarse juntos y sin violencia ante las autoridades europeas. Pero visto lo visto, el partido de Urkullu inició hace meses una campaña destinada a la captación del voto útil; es decir, el de todos aquellos que no quieran ver a Otegi de lendakari, por hacer una descripción gráfica. El mensaje es el siguiente: «Si queréis libraros de Bildu en Ajuria Enea tendréis que votar PNV». Y es que resulta bastante probable que el PSOE una sus menguados votos a los de la izquierda abertzale, de acuerdo con lo pactado entre ambos, antes de las elecciones del 20-N. ETA y su entorno no ignoran la maniobra posibilista del nacionalismo moderado y para evitarla han puesto en marcha su propia estrategia, que hoy publica LA RAZÓN: plantear una oferta soberanista para proyectar ese espacio (el moderado) a una estrategia independentista. Tienen a su favor la efemérides de la incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla en 1512, pero en su contra, que quien les enseñó cómo movilizar a las masas fue el propio PNV.