Lucía Etxebarría frente al espejo

Parafraseando un anterior libro de Lucía Etxebarría («Lo verdadero es un momento de lo falso») podríamos decir que aquí la autora nos muestra cómo lo falso es siempre un momento de lo verdadero. Porque si el lector avezado hojea anteriores novelas de Lucía, («Amor, curiosidad, prozac y dudas», «Beatriz y los cuerpos celestes»…), comprueba que, debajo de una cubierta de posmodernidad, siempre se oculta un dolor sentimental: el amor y el engaño, casi químico, parecen formar parte de un mismo espejo en su obra.

Y es que, desde su desembarco en las letras (en 1997), la «enfant terrible» ganadora del Nadal y del Planeta, nos traza una guía subterránea del gran tema de la posmodernidad: el amor y su imposibilidad en estos tiempos del cólera. De ahí la importancia de esta última novela de Etxebarría, donde diversos espejos se colocan para que el lector concluya en una sola mirada: el ser humano está solo, tiene miedo, y, para vencerlo, busca ideologías, amores, religiones donde proteger a su yo desnudo y asustado. Y para ello nos introduce en el interior (Etxebarría tiene un punto de novelista naturalista, a veces muy cercana a Zola) de su personaje masculino Gabriel. Torturado por su infancia de huérfano sólo acompañado por su hermana Cordelia, a la que no ha visto en años, de repente recibe un mensaje de que ésta quizá sea una víctima más de una secta radicada en Canarias. Y en este viaje, que también lo es hacia su pasado y hacía su temor al amor, conocerá a Helena, una amiga de su hermana, el papel de las sectas en Fuerteventura, las leyendas de los grupos nazis allí… Pero, atención, nazis, sectas, no son sino biombos que pueden hacer entretenida la novela para el lector general, pero que, en mi opinión, no debe de hacer que nos desviemos del verdadero tema de esta novela: ¿es todo amor una manipulación y todo amor una secta donde nos encarcelamos?
 

«El contenido del silencio»
Lucía Etxebarría
Planeta
421 páginas. 19,85 euros.