Hosteleros exigen una revisión de las zonas acústicamente saturadas

Sevilla- «Si se analizaran todas las zonas declaradas acústicamente saturadas nos llevaríamos una sorpresa». En estos términos se expresa el presidente de la asociación empresarial de hostelería, Pedro Sánchez Cuerda, sobre una norma –denominada ZAS– que pretende controlar el nivel de ruido de ciertos enclaves de la ciudad y que no cuenta con el respaldo unánime del sector comercial. La patronal de hostelería reclama una revisión del mapa de estas zonas e insta al Ayuntamiento a verificar «si realmente cumplen con los requisitos que marca la norma». Y es que, actualmente, «hay calles en las que ha bajado el flujo de tráfico o, directamente, se han peatonalizado, por lo que ya no registran el mismo nivel de ruido que antes». De hecho, Sánchez Cuerda asegura que muchas calles del centro, cuando acaba el horario comercial, «piden a gritos una actividad relacionada con la hostelería porque mueren durante las primeras horas de la noche».

Las ZAS suponen también un freno para abrir nuevos locales o la sentencia de muerte para los existentes, dadas las duras restricciones que establece. De esta manera, la patronal exige que se declaren zonas acústicamente saturadas «trozos de calles y no vías enteras o barrios, para fomentar así la creación de nuevos negocios». También que se intensifiquen los respectivos controles y mediciones, que «deben ser trimestrales», para dar cuenta de los niveles reales de ruido. No obstante, Sánchez Cuerda aboga por conciliar el derecho al descanso de los vecinos con el de los empresarios de abrir un local, sobre todo en época de crisis y cuando el centro está registrando una mayor afluencia de personas.

La asociación empresarial de hostelería ya ha trasladado el asunto al Ayuntamiento, que se muestra dispuesto a revisar el mapa. «Mantenemos un diálogo fluido con los responsables municipales y notamos mucha voluntad para modificar la norma», señala Sánchez Cuerda.
El procedimiento de declaración de ZAS está regulado en la Ordenanza de Ruidos. La zona en cuestión requiere de un estudio técnico previo que fije sus niveles acústicos, tanto en el periodo de fin de semana como en los días laborales. El límite está fijado en los 10 decibelios. Además, incluye un trámite de información pública para que los afectados puedan presentar alegaciones. Si una zona es declarada ZAS, quedará sujeta a un régimen especial de actuaciones de carácter temporal que tiene por objeto la progresiva reducción de los niveles sonoros exteriores, hasta alcanzar los límites establecidos en la Ordenanza de Ruidos.

En función de la instrucción, se pueden adoptar varias medidas, como la suspensión del otorgamiento de nuevas licencias de apertura, la modificación de las actividades que hayan sido consideradas origen de la saturación o incluso señalar actividades excluidas de la declaración. La limitación del régimen de horarios, la prohibición o limitación horaria para colocar veladores en la vía pública –así como la suspensión temporal de las licencias para este fin– o el establecimiento de límites de emisión al exterior más restrictivos son otras medidas.

Quince enclaves con demasiado ruido
sevilla- Actualmente hay declaradas 15 zonas acústicamente saturadas en la ciudad. Las últimas en recibir esta denominación fueron los entornos del Arenal, la Alfalfa, Salado-Virgen de las Huertas, Los Remedios-Montecarmelo, plaza de la Gavidia y Reina Mercedes. El Ayuntamiento está elaborando los estudios técnicos de la calle Betis y de Viapol, que incluyen mediciones acústicas, censo de actividades y planimetría de las zonas. Precisamente, los vecinos de estos enclaves vienen denunciando en reiteradas ocasiones el intenso ruido generado, sobre todo, los fines de semana. Se trata de dos zonas que concentran muchos bares y locales nocturnos. De otro lado, están pendientes de actualización las calles Virgen de la Cinta, Enramadilla, Juan Sebastián Elcano, Plaza de Aremas, Triana norte, concejal Alberto Jiménez Becerril y Blanco White. En breve se resolverá su situación.