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Rosa Valenzuela y Joaquín Dopazo / Directores del Centro de Investigación Príncipe Felipe: «Por qué recortar en I+D si es lo que nos sacará de la crisis »

Aseguran que la investigación y el desarrollo generan puestos de trabajo de calidad, «más de los que creó el ladrillo en sus mejores tiempos»

Rosa Valenzuela y Joaquín Dopazo / Directores del Centro de Investigación Príncipe Felipe: «Por qué recortar en I+D si es lo que nos sacará de la crisis »
Rosa Valenzuela y Joaquín Dopazo / Directores del Centro de Investigación Príncipe Felipe: «Por qué recortar en I+D si es lo que nos sacará de la crisis »larazon

M otivados pero con un enfado palpable por los incesantes rumores que les condenan al cierre. Así nos recibe el grupo director del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) en unas instalaciones que si bien han conocido tiempos mejores, evidencian actividad. «Tenemos un plan de negocios que nos permitirá nuestra sostenibilidad». Abre la defensa de este proyecto su directora general, Rosa Valenzuela (R. V), cuyas declaraciones comparte y refuerza durante toda la entrevista, su mano derecha, el director científico del centro, Joaquín Dopazo (J. D).

-El centro ha estado al borde la quiebra, el año pasado se enfrentó a un ERE ¿ha pasado lo peor?
-J. D: El plan es orientarlo hacia la productividad. Pasar del modelo de «subvención a fondo perdido» a otro en el que la investigación tenga un retorno, porque la I+D puede ser un motor de la economía. No hemos inventado nada, Alemania y Holanda llevan años haciéndolo y les va bien.

-¿La entrada de la iniciativa privada no supone poner en riesgo la independencia de las investigaciones? ¿han previsto mecanismos para que esto no ocurra?
-R. V: ¡Claro! No queremos que nos digan cómo tenemos que hacer las cosas. Hay una dirección que decide la estrategia científica y a partir de ahí, se busca la financiación privada, y no viceversa. El hecho de que una empresa privada financie una investigación no quiere decir que la autoría o el resultado se lo lleve ella, pero aunque así fuera, no es malo, porque nuestro objetivo no es ser empresa, es investigar y que esto tenga un impacto positivo en la sociedad.
Susana Rodríguez Navarro (S. R. N), codirectora científica y jefa del laboratorio de Expresión Genética acoplada a Transporte de ARN interviene para matizar.

-La responsabilidad que tiene un investigador con el dinero público es mayor que la que tiene con el privado.
Se suma al debate Antonio Pineda (A. P), también codirector científico e investigador jefe del Laboratorio de Bioquímica Estructural.
-Existe mucha leyenda negra en torno a la colaboración con la iniciativa privada, pero el objetivo es que nuestro trabajo llegue a la sociedad, que sirva para curar.
-J. D: La crisis también nos da oportunidades. Si la iniciativa privada comienza a invertir en I+D, bienvenida sea.

-¿Saben qué ha sido de los que cayeron con el ERE? ¿han emigrado al extranjero?
-R. V: Las cosas están difíciles en toda Europa. Hay que quedarse en España. Después de todo lo que hemos invertido estos años en ciencia, no debemos ir a explotarla a otros países. Lo que estamos haciendo es colaborar con otros países, captando inversiones y colaboraciones.
-J. D: Hay que transmitir la idea de que el I+D genera puestos de trabajo de calidad, más de los que creó el ladrillo en sus mejores momentos. Uno de los problemas por los que estamos poco avanzados en I+D es porque la sociedad no cree en ella, y por extensión, los políticos, porque no les da votos. En Estados Unidos, los héroes son inventores.

-¿Necesita la ciencia un Messi para salir de ésta?
-J.D: ¡Ya tenemos! Y más de uno. Pero no se trata solo de las grandes figuras. La sociedad y los Gobiernos deben ver que existen muchas formas de generar recursos, también en I+D, y no solo en el sector servicios o en el de la construcción.

-¿Hay motivos para el optimismo?
-J.D: Después del ERE de noviembre mucha gente todavía nos preguntaba cuándo íbamos a cerrar. Seis meses después, vienen a nosotros empresas interesadas en invertir.
-R. V: Tenemos catorce laboratorios estructurados en tres institutos de investigación. Nuestros trabajos abarcan desde el campo de la neurociencia, hasta el cáncer, las enfermedades raras, tuberculosis o diabetes, pasando por lesiones medulares, daño cerebral adquirido, métodos de diagnósticos, nanomedicina, búsqueda de nuevos fármacos...En fin, más de 200 líneas de investigación.

-¿No se ha perdido ninguna?
-R. V: Eso es un bulo. Las investigaciones se pueden parar en un momento dado, pero no se pierden los resultados.
-Pero caducan.
- S. R. N: Si no continúan, sí.
-J.D: Las líneas generales no se han dejado. Ningún centro cubre toda una enfermedad. Seguimos trabajando en prácticamente todo lo anterior. Lo cierto es que se han potenciado los trabajos con más posibilidades y más alcance. Hay un reajuste de recursos hacia las trabajos con más éxito.
-R. V: Se han potenciado unas más que otras, pero se sigue trabajando en todas las líneas. Hemos hablado con la Conselleria de Sanidad para investigar de acuerdo con las políticas de salud.

-¿Cómo valoran los actos de mecenazgo de familias que pagan para que se siga investigando la enfermedad de su hijo?
-R. V: Me parece un gesto de generosidad tremendo.
-S. R. N: En muchos países es algo natural. Aquí parece escandaloso.
-R. V: Insisto, me parece un gesto muy bonito y debería haber una ley que los regule, pero no se puede decir que se está financiando una línea de investigación a base de donaciones particulares. Se trata de acompañamiento. Una línea de investigación cuesta muchísimo dinero que no podría pagarse con donaciones particulares.

-El jurado de los Premios Jaime I suscribe este año una declaración en apoyo y defensa de la ciencia, especialmente la española ¿qué tal les sienta que les echen un cable?
-J.D: ¿Por qué se están haciendo recortes en todos los sectores por igual? Porque no se tiene conciencia de que hay cosas más importantes que otras. Yo no hubiera recortado en I+D, porque es lo que nos va a permitir salir de la crisis. Me parece genial que los Jaime I saquen ese debate. Cuanto más se hable de ello, mejor.
 -S. R. N: También nos gustaría que los medios de comunicación ayudaran.
-R. V: Y que no hagan leña del árbol caído.

-Es que éste fue uno de los ERE más sonados. Hablamos del que era el mejor centro de Europa en su especialidad, el que tenía las mejores instalaciones.. Y de la noche a la mañana...
-R. V: Porque la forma en que se comunicó el ERE se gestionó mal. Fíjese en lo que se ha recuperado, ¿por qué no se habla de eso? Es que somos un caso de éxito. Nos duele en el alma cuando leemos noticias de cosas que ocurrieron hace ocho meses.

-¿Hay empresas que no han querido invertir en el centro por esa «mala imagen»?
-R. V: ¡Por supuesto! Esas noticias nos debilitan, porque en las negociaciones no podemos exigir todo lo que quisiéramos.

-¿Me asegura entonces que no van a cerrar este año?
-R. V: Ni éste, ni el que viene.
-A. P: Tenga en cuenta que a nosotros nos va la vida en ello.
-R. V: Los que estamos aquí podríamos estar en cualquier otro sitio, pero hemos preferido apostar por el futuro de este centro.
-S. R. N: Dicen que los que no se van de aquí es porque no pueden. No es cierto. Los que quedamos hemos perdido a compañeros y amigos y seguimos viniendo a trabajar con ilusión, pero nos siguen bombardeando con malas noticias. Y eso nos abate.

 

REINICIO
Buscar la eficiencia de los servicios, adelgazar estructuras y reducir líneas de investigación. A finales del año pasado, el centro inició un vía crucis que acabó con 113 despedidos, 70 de los cuales eran científicos. Desde entonces, se han logrado «recuperar» a 25. En la actualidad suman 170 investigadores de una plantilla de 200. «Reformatear el centro» les ha llevado al «umbral de la rentabilidad». Esperan crecer a partir de 2013. Para ello cuentan con un presupuesto de 14 millones -4,4 proceden de la Generalitat-.