El reto más joven

MADRID- Los obispos españoles cerraron ayer su Asamblea Plenaria, en la que se reorganizaron para el nuevo trienio y votaron la mayoría de los cargos del organigrama de la Conferencia Episcopal, con la reelección del cardenal Rouco como presidente y del arzobispo Blázquez, de Valladolid, como vicepresidente, pero con gran abundacia de cambios en las diversas comisiones: Clero, Liturgia, Misiones, Pastoral, etc... Muchos puntos del orden del día quedaron aplazados y apenas pudieron tratarse. Por ejemplo, un borrador sobre amor, familia y sexualidad, y una ponencia de debate sobre la pastoral de vocaciones sacerdotales. Las líneas de un plan pastoral para los próximos cinco años sólo empezaron a esbozarse. Pero hubo un tema que sí se trató y quedó clara la prioridad de lo que ahora mismo está centrando la vida de la Iglesia en España: las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y la necesidad de llegar a los jóvenes.

«Ofreceos voluntarios»
El portavoz de la Conferencia Episcopal, el obispo Juan Antonio Martínez Camino, quiso leer en su comparecencia ante la Prensa algunos párrafos del nuevo documento que los obispos dirigen a los jóvenes, en el que expresan su confianza en ellos y les animan a participar y ser generosos.

«Animad a vuestros amigos y compañeros para que participen en las diversas tareas de acogida y de voluntariado», «ofreceos como voluntarios para las muchas tareas de la organización», «os pedimos vuestra solidaridad con los jóvenes de países más necesitados», «sed generosos al inscribiros con la cuota de solidaridad», dice el documento. Es un texto bastante exigente, en el que los obispos se toman muy en serio a las nuevas generaciones de católicos: «os pedimos que confiéis y pongáis en juego todas vuestras capacidades». Pero, ¿y los jóvenes alejados de la fe?

«El Papa convoca a estas Jornadas a todos los jóvenes del mundo, sin distinción, valoren o no la fe, sean cristianos o no», especificó Martínez Camino. «Los que vengan, podrán conocer mejor a Cristo y verán la creatividad del pueblo cristiano en actos culturales y celebrativos». Martínez Camino afirmó que «los mejores evangelizadores de los jóvenes son sus propios compañeros, los que conviven con ellos. Les pueden animar a venir. Además, al acercarse las fechas, el interés de muchos por la JMJ se va a intensificar. Llegará a toda España, y al concluir los participantes volverán a sus hogares con alegría y entusiasmo y serán evangelizadores en su entorno», aseguró.

Creyentes no practicantes
Según la Encuesta de Infancia España 2008, de 6 a 11 años, el 80% de los niños son cristianos y rezan a Dios, el 60% va a misa ocasionalmente, y el 40% va a la iglesia casi cada semana. Pero de 12 a 14 años, ya sólo un 60% cree en Dios y le reza, y sólo un 20% va a la iglesia semanalmente. De 13 a 15 años, según la encuesta Libro de Vida 2008, sólo un 17% de adolescentes va a la iglesia «casi cada semana». Y según el Instituto de la Juventud (2008), de 15 a 29 años el 50% se declara «católico no practicante» y el 11,7% se declara «católico practicante».

Lo curioso es que una cuarta parte de los católicos «no practicantes» consideran la religión «bastante importante»: son 2,1 millones de jóvenes alejados a los que la JMJ puede impactar. Y no hay que despreciar su efecto en otro colectivo: ese 37% de jóvenes «católicos practicantes» que admiten que la religión es «poco o nada importante» para ellos.

De la Ley de Igualdad a la muerte digna
- Martínez Camino explicó ayer, a instancias de los periodistas, que «en algún momento» de la Asamblea Plenaria se ha hablado con «preocupación» de algunos aspectos del proyecto de la Ley de Igualdad de Trato que los obispos esperan que «se mejoren y precisen».
- Sobre los casos de estudiantes que se niegan a cursar la asignatura de Educación para la Ciudadanía, el obispo señaló que hay tribunales superiores de justicia que reconocen el derecho a objetar a esa asignatura y que es un tema judicialmente «abierto».
- Pidió, además, que la Ley de Cuidados Paliativos «respete el derecho fundamental a la vida de todas las personas», en oposición a la eutanasia.