Estados Unidos

Zombis de Ralph Lauren

Dirección: Luke Greenfield. Intérpretes: Ginifer Goodwin, Kate Hudson, Colin Egglefield, John Krasinski. Estados Unidos, 2011. Duración: 108 minutos. Comedia romántica.

La Razón
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Siete comedias rodadas entre 1934 y 1949 le bastaron al filósofo Stanley Cavell para inventarse un nuevo género, al que bautizó como «comedy of remarriage», que funcionaba como termómetro del modo en que el ser humano busca y encuentra la felicidad en tiempos de crisis. La felicidad no era tanto un objetivo per se, sino un proceso en el que se evaluaban la transformación de las necesidades que la colmaban. Es una teoría preciosa, que convierte a un género aparentemente apolítico en el portador de una ideología de cambio, de revolución.

Si ha perdido el tiempo en echarle un vistazo a «Algo prestado», seguro que Cavell ha sentido vergüenza ajena. Porque siete décadas después de que «Sucedió una noche» o «La fiera de mi niña» instauraran una nueva manera de entender la pareja, la comedia romántica contemporánea ha sufrido una terrible involución. No hay mundo en los alrededores de Darcy, Rachel o Dex, encerrados como están en un plano medio televisivo que les obliga a mirarse al ombligo, a revelarse como seres profundamente ahistóricos.

Es difícil decidirse por cuál es más irritante: si Darcy (Kate Hudson), tan egoísta y dominante que no se entera de que es la víctima de un adulterio, si Rachel (Ginifer Goodwin), la patito feo que traiciona a su mejor amiga liándose con el prometido de ésta, o si Dex (Colin Egglefield), guapo de cartón piedra cuya pasividad rivalizaría con la de una estatua de sal. Tendrá razón el mejor colega de Rachel cuando compara el lugar de veraneo de este trío de pijos con «una película de zombis vestidos de Ralph Lauren». Imposible hallar mejor definición para «Algo prestado».