Actualidad

La UE lista para sancionar a Hungría

Bruselas mantiene sus dudas sobre la nueva Constitución magiar

La UE lista para sancionar a Hungría
La UE lista para sancionar a Hungríalarazon

Tras más de un año de tiras y aflojas entre Bruselas y Hungría, dados los matices autoritarios del Gobierno conservador de Viktor Orban, la Comisión Europea parece que tiene todo listo para pasar a la acción. La Comisión discutirá hoy las últimas reformas en el país centroeuropeo, que han enfrentado directamente al Ejecutivo comunitario con Budapest en múltiples campos, como la libertad de prensa, la situación de los jueces, la independencia del Banco Central o la protección de datos, y que han criticado periodistas, jueces y eurodiputados. La Comisión prevé hoy enviar un «firme mensaje político» a Orban, según explican fuentes comunitarias a LA RAZÓN, lo que podría llegar en forma de un comunicado, preparando así el terreno para el lanzamiento en las próximas semanas de un paquete de procedimientos de infracción.

Temiendo este movimiento de Bruselas, el Ejecutivo de Orban ha lanzado una contraofensiva en las últimas horas para seguir aclarando y explicando sus reformas legales, enmarcadas en la nueva Constitución. Las autoridades húngaras enviaron dos cartas ayer a las vicepresidentas de la Comisión, Viviane Reding y Neelie Kroes, responsables de Justicia y Medios de Comunicación, respectivamente, según pudo saber este diario, aunque Reding continúa sin estar satisfecha, y podría estar lista para avanzar con el castigo.

Repetidos desencuentros
Hace un año, la Comisión inauguró su encontronazo con Orban a raíz de la nueva ley de medios, y forzó a Budapest a modificarla en cuatro puntos, ya que ponía en entredicho la autonomía del cuarto poder. Sin terminar de sanar las heridas, reabiertas por el cierre de la emisora más crítica con el primer ministro, el encontronazo se agravó durante las últimas semanas al reducir la edad de jubilación de la judicatura de 70 a 62 años, lo que ha sido calificado por los jueces del país como una purga, y al menoscabar la independencia del Banco Central, al aumentar el número de vicegobernadores que nombrará el Parlamento. La intromisión en el terreno del Banco Central es especialmente sensible en este choque entre Bruselas y Budapest, ya que si el Gobierno húngaro no corrige el rumbo, la Comisión no dará su visto bueno a la ayuda de hasta 20.000 millones que Budapest negocia dada la maltrecha situación económica del país.

El ministro de Exteriores, Janos Martonyi, señaló en otra carta enviada el viernes a sus colegas europeos y la Comisión que las informaciones en las que se critican las nuevas leyes húngaras están basadas en «habladurías» o errores, y se mostró dispuesto a discutir las «preocupaciones» que los Veintisiete puedan tener. La presión no para de crecer alrededor de un Gobierno que ayer el editorial del «Washington Post» dijo que «recuerda más a los regímenes autocráticos de Rusia y Bielorrusia que a sus socios de la UE».