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La fiebre «vintage» invade Barcelona

Imagen de uno de los puesto del último Flea Market
Imagen de uno de los puesto del último Flea Marketlarazon

BARCELONA- La típica conversación alrededor de una máquina de café en la oficina que se convierte en éxito. Éste sería el breve resumen de la experiencia de Max Porta y Diego Alvarell, dos compañeros de trabajo en gestión de proyectos culturales que desde hace cuatro años, y a raíz de sus encuentros ante la máquina de café, organizan uno de los mercados de objetos de segunda mano más codiciados y esperados en la Ciudad Condal, Lost&Found. Hoy celebra su séptima edición en la Estació de França, con 200 paradas en las que encontrar gangas y rarezas sin rascarse el bolsillo y disfrutando de una jornada lúdica que incluye música y comida.

Pero éste no es el único mercadillo en Barcelona. Desde hace dos años, y tras el declive de fórmulas como «Els Encants», las ventas callejeras de artículos de seguna mano son todo un fenómeno viral en la ciudad. Bares, casas particulares o plantas bajas de edificios se configuran como escenarios para organizar la compra venta de artículos y ropa. Experiencias que recogen el testigo de otros modelos como el Queen's Market (Amsterdam, en el que los vendedores marcan con tiza en el suelo su puesto la noche anterior a la venta), el Free Market de Nueva York, el Flea Market (mercado de las pulgas) de París, Berlín o Praga o las «garage sales» (ventas en el garaje) americanas.

Porta, de Lost&Found, asegura que este tipo de venta «tiene sentido más que nunca». «Barcelona cada vez acoge a más gente joven de otros países, la situación económica favorece la búsqueda de productos adaptados al bolsillo, las redes sociales multiplican su comunicación y la participación es sencilla». En Lost&Found, con sólo aportar 30 euros, cualquier interesado puede montar su parada. En Flea Market, sólo hay que aportar 20 euros.
Natalia Pérez, una de las organizadoras y acérrima fan del Brick Lane Market de Londres, tiene claro el por qué de la fiebre «vintage». «Además de la búsqueda de la originalidad y personalidad en la compra, hace años las tiendas de segunda mano eran carísimas y vendían piezas exclusivas y de colección. Es una opción, pero se va imponiendo la tendencia de comprar cosas (libros, discos, ropa, muebles) de segunda mano porque somos conscientes de que es inútil pagar por algo nuevo cuando existe lo mismo más económico», explica.

La ayuda de las redes sociales
Tanto Porta como Pérez destacan la labor de las redes sociales en el éxito de estas iniciativas. Buena culpa de ello la tienen la madrileña Sandra Lorenzo y sus colaboradoras de Barcelona, Málaga y Coruña. Desde hace un año coordinan la gestión de la web: www.mercadillosandmarkets.com, que se ha erigido como la guía virtual más completa para saber qué se cuece en los «second hand markets» de toda España. En sólo 12 meses, han publicado más de 2.500 ventas. «Es exactamente lo que nos hubiera gustado encontrarnos como compradoras y seguidoras de la moda. No sólo se trata de ahorrar, sino de encontrar verdaderas joyas o artículos muy codiciados», apunta. Para Lorenzo, Barcelona aún no ha llegado al nivel de los mercados de la capital, pero España, en su conjunto, «no está al mismo nivel» que el resto de Europa. «Londres está a la cabeza, pero Berlín y París le siguen de cerca», indica.

A pesar de las distancias, desde Lost&Found aseguran que «Barcelona se ha puesto las pilas. Está viviendo su destape particular y adoptando un modelo adaptado cien por cien a la idiosincracia de la ciudad». 

 

Más éxito para «Changing room», el hotel de la moda
 El hotel de la moda «Changing room» cumplió 11 ediciones ayer en las 25 habitaciones del hotel Chic&Basic. Desde hace cinco años, el equipo de Luis Vidal organiza dos citas anuales («Calor» y «Frío») en las que diseñadores independientes se acercan a los compradores barceloneses en una jornada marcada por la vanguardia de la moda. Ayer, las propuestas infantiles marcaron tendencia. La marca holandesa Bugaboo propuso un concurso «Bugaboo by» en el que cinco diseñadores presentes en la edición de invierno customizaron el nuevo modelo de cochecito de la marca. Además, se pudieron ver y comprar las propuestas en moda, joyería y calzado de Krizia Robustella, Gori de Palma, Ida Johansson, Llamazares y De Delgado, Colmillo de Morsa, Retusj,Visual Poetry, Nixie Clothing, Eva vs Maia o Director's Cut, entre otros.