El Cairo
El Ejército levanta un muro en Tahrir
EL CAIRO- Los gases lacrimógenos todavía rascaban la garganta ayer al atardecer en los alrededores de la plaza Tahrir, a pesar de que la violencia se detuvo por la mañana, después de cinco días de enfrentamientos ininterrumpidos entre las Fuerzas de Seguridad y los manifestantes. Entre ellos se erige ahora un muro de bloques de cemento que el Ejército levantó ayer por la mañana en la calle Mohamed Mahmud, donde se había situado el frente de batalla desde el pasado sábado. Los médicos voluntarios estaban ayer ociosos después de atender en los pasados días a cientos de heridos por asfixia, y algunos de ellos hacían de centinelas en lo alto del muro de contención para evitar más confrontaciones. Mientras, los revolucionarios formaban cordones de seguridad para impedir a los manifestantes más rabiosos y a los más jóvenes que se acercaran y provocaran al enemigo al otro lado del muro. Ésta ha sido la única forma de alcanzar una tregua en el corazón de El Cairo y muchos se preguntan por qué el Ejército no actuó antes, por qué no detuvieron las brutales cargas policiales desde el primer momento, o si son los propios militares los que las ordenaron. Los rumores sobre la implicación del Ejército y el uso de gases dañinos proseguían en la plaza, donde muchos manifestantes paseaban con su mascarilla. El Ejército expresaba ayer su pesar por las más de 30 personas fallecidas, pero negaba cualquier responsabilidad y defendía la actuación de la Policía. En rueda de prensa, confirmaba que las elecciones parlamentarias programadas para el próximo lunes tendrán lugar bajo «cualquier circunstancia» y que garantizará la seguridad de las urnas. Los militares dijeron que es tiempo de votaciones y no de protestas, pero pocas horas después, la plaza Tahrir estaba de nuevo a rebosar con el mismo cántico de siempre: «El pueblo quiere derrocar al mariscal (Mohamed Husein Tantawi, jefe de la Junta Militar)». Los revolucionarios se preparaban ya para la gran manifestación convocada hoy para pedir de nuevo que el Ejército ceda el poder a una autoridad civil y en la farola del centro de la plaza, donde en su momento fue ahorcado un fantoche de Mubarak, colgaba un muñeco con uniforme militar.
«Me detuvieron y abusaron de mí»
«Perdí la cuenta de cuántas manos intentaron introducirse en mis pantalones». Así relataba la activista y periodista Mona El Tahawy los abusos de la Policía egipcia, que la mantuvo retenida 12 horas entre el miércoles y el jueves. La bloguera denunciaba en Twitter las agresiones sufridas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar