Europa

Nueva York

Bruselas ve signos de recuperación y a OCDE aprecia «oscuros nubarrones»

En pleno batacazo bursátil mundial y desconfianza generalizada de los inversores respecto las economías periféricas europeas, la Comisión Europea hizo gala ayer de un optimismo a prueba de balas y siguió viendo un horizonte de claros a pesar de la tormenta financiera.

La Razón
La RazónLa Razón

El portavoz comunitario Olivier Bailly señaló que «por el momento, hay signos de recuperación» en la economía. Al ser preguntado si creía que la Gran Recesión se estaba dirigiendo hacia una segunda recaída –una crisis en forma de W– evitó hacer cualquier comentario ya que «no es el momento de decir si estamos en un tipo de recesión u otra», y volvió apelar a las bases económicas «sólidas» de Europa para rechazar los posibles nubarrones. «Nosotros somos más optimistas que los mercados», añadió.

A pesar de este optimismo de la Comisión, la situación global mundial ha empeorado enteros durante las últimas semanas, debido a la complicación del segundo rescate griego, la agria discusión en EE UU sobre el aumento del endeudamiento, que ha llevado a la perdida de la «AAA» crediticia, la desconfianza de los inversores respecto a España e Italia y, sobre todo, la ralentización del crecimiento económico.

La visión de la OCDE
No son pocos los indicadores conocidos las últimas semanas que apuntan hacia una frenazo en la recuperación: el lento crecimiento de EE UU, la crisis de deuda en Europa... «oscuros nubarrones», como los definió ayer en su informe de agosto la OPEP, que llevaron al cártel de los productores de petróleo a revisar a la baja sus previsiones. Según sus cálculos, el subirá este año en 1,2 millones de barriles diarios /mb/d), 150.000 menos que su anterior estimación. Para el año próximo, prevé un aumento de la demanda de 1,3 mb/d, unos 200.000 menos de los que estimaba el pasado mes de julio.

Para la OPEP, el riesgo de desaceleración en los países desarrollados ha crecido y podría tener «implicaciones inevitables» para el resto del mundo. Y lo peor, advierten, es que el fuerte endeudamiento de los países ricos limita mucho su capacidad de estímulo a la economía.
No es extraño que con una previsión tan pesimista, el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, bajase ayer de los 100 dólares –98,74– por primera vez desde febrero, si bien en el cierre repuntó hasta 102,57 dólares. El oro, beneficiado como valor refugio ante tanta volatilidad, siguió ayer la escalada de los últimos días. En Londres cerró con otro récord al cotizar a 1.736 dólares la onza. En Nueva York llegó a los 1.743 dólares.