Adicciones
Vejez o memoria
En la demencia de alzhéimer hay dos retos clínicos fundamentales: el primero es el diagnóstico, que debe ser precoz, y el segundo, que la enfermedad de Alzheimer no tiene en vida un marcador diagnóstico inequívoco. El deterioro cognitivo leve es un problema muy importante y sutil: en la consulta neurológica son pacientes que tienen problemas de memoria y que suelen tener también algún tipo de alteración añadida, como errores menores en alguna actividad ejecutiva, problemas o lapsus al nombrar algunas cosas, generalmente en pacientes de edad. El neurólogo, en esa penumbra de datos, se enfrenta a dos opciones: ¿se trata de pérdida de facultades ligada a la edad de carácter fisiológico o bien del inicio de una enfermedad de Alzheimer? Según el doctor Ventura Anciones, el neurólogo recurre a una exploración, una valoración y pruebas complementarias que lo dirigen en uno u otro sentido porque no hay que olvidar que este deterioro cognitivo leve es clave dado que ya es sabido mediante múltiples estudios que la enfermedad de Alzheimer empieza en el cerebro muchos años antes de que veamos sus síntomas. Hay dos grandes grupos. Una alteración muy pequeña que es la forma familiar que en general afecta a gente joven y que tiene un carácter hereditario y genético. Mientras que en la forma esporádica, que es la más común, existe una influencia relativa multigenética y probablemente factores ambientales. La enfermedad es una acumulación real de una sustancia que se llama beta amiloide, el depósito de la proteína Tau y la degeneración neurofibrilar son los tres elementos clave de la cascada patogénica de la enfermedad.
A los síntomas conocidos, como la pérdida de memoria y alteraciones del lenguaje, hay un dato que es constante, la apatía, el desinterés y la desgana. Para el tratamiento se utilizan fármacos que actúan como anticolinesterasicos o bien sobre el glutamato y tienen una eficacia parcial sobre la memoria. Seguro.
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