Andalucía

Las salas de teatro apenas logran un 60% de asistencia esta temporada

Más de 2.000 profesionales de la escena y de otros ámbitos dependen del sector 

Las salas de teatro apenas logran un 60% de asistencia esta temporada
Las salas de teatro apenas logran un 60% de asistencia esta temporadalarazon

SEVILLA- La «mala salud de hierro» de la escena amenaza con pasar a cuidados intensivos a causa de la doble (o triple) crisis –la intrínseca al teatro, la económica y el último vaivén con la subida del IVA– que sufre el sector. Las salas sevillanas, cuna de actores como Paco y María León. Paco Tous o Julián Villagrán, entre otros, superan con apuros, de media, el 59% de su aforo.

Profesionales de la cultura «interpretando» en la realidad el papel de camareros, comerciales o teleoperadores. En el mejor de los casos, esto es, con un trabajo. El panorama para las compañías y empresas culturales no es negro; es zaino. Un tejido que ha dado empleo a más de 2.000 profesionales se resquebraja. E, igual que sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia, sin cultura no queda sino volver a la cueva a pintar los frescos de Altamira en plan «une los puntos», advierten en el sector. Fuentes de la Plataforma Actuación denunciaron la falta de apoyo por parte de los poderes públicos. Sube el IVA, «se desmantelan los circuitos teatrales y de danza y se destinan cantidades ingentes de dinero de fondos europeos para Cultura a crear algo tan inútil como ‘Flamenco de orilla a orilla', un conjunto de ocho cursillos de gestión cultural dedicada al flamenco para aficionados de Andalucía y Marruecos y que va a costar 1,3 millones de euros», critica la plataforma.

La radiografía en los teatros sevillanos muestra los síntomas del declive. La Sala Cero Teatro distingue entre la programación regular (fines de semana) y la campaña escolar (entre semana). El pasado ejercicio pasaron por la sala escénica, con un aforo por sesión de 172 personas, «cerca de 30.000 espectadores». El director de la sala, Elías Sevillano, explicó que «aunque haya habido un incremento notable en el número de espectadores totales –un 6,8% entre 2011 y 2010, en plena crisis– se han visto obligados a «hacer un 13,6% más de funciones al año» para alcanzar esa cifra. Por ello, la media de espectadores ha bajado un 6% «en 2011 y lo que llevamos de 2012». Pese a todo, el porcentaje de ocupación supera «el 55% del aforo». «Los años en que las ayudas estaban normalizadas (desde 2007) nos permitió invertir en publicidad y lo notamos muchísimo en los espectadores». La diferencia entre 2009 y 2008 fue de más de un 35% en el número de espectadores y un 9% en el del aforo. Donde más ha notado la crisis la Sala Cero es en la campaña escolar. «Han bajado las salidas de los colegios a ver teatro más de un 55%. De tener más de 8.000 en la temporada 2010/11 se ha pasado a cerca de 4.000 en la 2011/12», explicó Sevillano. La edad media del espectador «ha subido». En 2010, la media de espectadores fue de 108 y en 2009, de 107. Ambas cifras suponen alrededor del 63% del aforo. Acude menos «gente joven», con menor poder adquisitivo, y cae la sesión de las 22:30 «casi un 11%». La Sala Cero capea el temporal con «más promociones y ofertas».

Desde La Fundición explican que «la taquilla depende del espectáculo». El principio de temporada se antoja «muy negro» y se recuerda que «no se subvenciona el producto sino el precio de la entrada». De lo contrario, habría que cobrar «40 o 50 euros» por sesión. La clave para seguir adelante consiste en «diversificar». El aforo medio de la pasada temporada fue del 66%, ésta ronda el 55%, con una capacidad de 139 personas. De momento, «el IVA no ha subido». Se reparte. Al contrario que con los espectáculos de adultos, las sesiones para niños registraron llenos en todas las sesiones.

El Teatro Central –que no ofreció datos de esta temporada– consiguió un aforo medio el pasado año del 68%, con 34.873 espectadores. Un total de 14 espectáculos obtuvieron «lleno absoluto» y 33, un 70% de aforo.

El Teatro Quintero cuenta con una asistencia media ésta y la pasada temporada del 65% y con una capacidad para 322 espectadores. A pesar del IVA, ha mantenido el precio, informa Elena Carrascal, directora de programación, reduciendo el margen de beneficio. «Es casi imposible asumir sueldos y costes de gira, así como sostener la infraestructura de un edificio teatral y su personal», resume. ¿Es posible ser profesional de la escena? «Siempre que tengas otro trabajo que te permita comer. Es decir: no».

ElEl Maestranza es el verso libre en este panorama de incertidumbres y nostalgias. Con las entradas más caras a 115 euros, Plácido Domingo colgó el «no hay billetes» en tres funciones, en lo que supuso la apertura de la temporada. El pasado año la media de asistencia fue del 93% (la Sinfónica computa aparte). De momento, se mantiene la actividad y la asistencia. Salas de similar enjundia como el Liceo de Barcelona o el Real de Madrid sí están notando ya esta crisis sobrevenida sobre la eterna crisis del teatro. El elevado índice de abonos facilita la alta asistencia a la sala hispalense. En octubre se mantuvieron los precios, debido a que «se fijan meses antes», pero en noviembre –el 18 y 19 vienen los grandes del jazz– será más difícil escapar a una subida, según explicaron fuentes del Maestranza.

Viento Sur Teatro contará con 110 localidades en un espacio escénico en la calle Alvar Núñez de Triana en enero o febrero. Entre junio y septiembre la compañía, junto a otras cinco asociadas, ha desarrollado un programa en la Buhaira. Alrededor de 70 funciones, con una asistencia media de 100 personas sobre un aforo de 220. Otros años la media fue de 150 espectadores por función. «La crisis ha hecho que venga menos gente», explica Maite Lozano. Las ayudas han caído un 50%, explicaron en la compañía, que cuenta con una escuela de teatro y programas educativos, así como actuaciones en festivales internacionales y pueblos con la obra «El caballero de Olmedo». Lo más grave, denuncia la compañía, es –aparte de la desaparición de los circuitos andaluces y locales– «que se debe dinero a casi todas las empresas culturales». La Junta, «3.000 euros»; el Ayuntamiento,«4.000 euros». «Al reclamarlas dicen que están concedidas pero sin fecha de pago. Así no podemos vivir», cuenta Maite Lozano. Los recursos de Viento Sur Teatro salen, por tanto, «casi en su totalidad de la escuela de teatro privada».

«Nunca ha sido fácil»
La Cuadra comenzó la temporada en el Teatro Salvador Távora el 25 de octubre. La idea es «conservar los precios», a pesar de que «no tendremos ninguna subvención en 2013», explicó Lilyane Drillon. «Nunca nos hemos considerado ‘profesionales' de la diversión o del entretenimiento. Siempre hemos querido ser consecuentes con un compromiso social y político. Eso nunca ha sido fácil. Ni antes ni ahora», añadió acerca de la actual coyuntura. La asistencia media la pasada temporada fue del 58,37% («Carmen», 68,60% en 27 sesiones; Falete, 52,83% en seis sesiones; y el ciclo de danza contemporánea, 25,93% en diez sesiones). En las dos primeras funciones de esta temporada, la media ha sido del 65,67%.

La Asociación Escenarios de Sevilla lleva meses protestando «por los diferentes recortes» del Ayuntamiento y habla de una reducción de «hasta un 50% en los festivales de gestión privada y más de un 75% en el caso de espacios escénicos». Según los datos de la entidad, «los teatros y salas que forman Escenarios de Sevilla programan, anualmente, casi 1.300 funciones»; lo que supone que «una media de 450 compañías muestran cada año su trabajo». Según la entidad, «más de 100.000 espectadores al año se benefician del apoyo público a las salas privadas, sin esta ayuda el precio de la entrada sería casi tres veces más». Los teatros y salas privadas «mantienen en activo a más de 2.000 profesionales cada temporada». Según Escenarios de Sevilla, la ciudad «es la segunda de España en butacas por habitante y estaba un 112,82% por encima de la ocupación media nacional».