Buenos Aires

Teatros de la SGAE: todo queda en casa

La SGAE posee una gran red de teatros que gestiona la sociedad limitada Arteria. Ésta, a su vez, ha delegado en una empresa privada, Wonderland, cuyos cargos pertenecen... a la SGAE.

Los autores y el reparto de «Cómplices. El musical». En el centro, Teo Cardalda y María Monsonis
Los autores y el reparto de «Cómplices. El musical». En el centro, Teo Cardalda y María Monsonislarazon

A la vejez, bambalinas. Teddy Bautista, que acaba de cumplir 67 años, está cerca ya de su anunciada jubilación en 2011. ¿Desaparecerá del mapa empresarial el tótem del canon? No exactamente: la jubilación del actual presidente del Consejo de Dirección de la SGAE tiene forma de viaje al «País de las Maravillas». O sea, a Wonderland Entertainment, una sociedad limitada fundada en 2003 (entonces se llamaba Teatro Mayor S.L.) por el empresario teatral Luis Álvarez. Desde 2009, la empresa es propiedad de Álvarez en un 49%: el 51 restante lo adquirió la Fundación Autor, entidad dependiente de la SGAE dedicada a la promoción de sus artistas. Hasta aquí, nada inusual (aunque no sería extraño que alguien pueda preguntarse qué hace una entidad de gestión comprando sociedades limitadas). Lo curioso es que, desde 2009, Wonderland es la empresa encargada de la gestión de prácticamente todos los espacios de la red Arteria, el ambicioso proyecto de la SGAE para contar con un entramado propio de centros teatrales. En los últimos años, Arteria ha adquirido teatros dentro y fuera de España. En total, ha sumado activos –y pedido créditos– por valor de más de 300 millones de euros (su capital social registrado es de unos 10 millones). Con estas cantidades, ha adquirido los teatros Paral.lel (Barcelona), Campos Elíseos (Bilbao), Lope de Vega y Coliseum (Madrid, aunque no figuran aún de forma oficial en la red) y Noroeste (Santiago de Compostela), dentro de España, además del Metropolitan (Buenos Aires) y México DF (en la capital mexicana), y anuncia desde su web próximas aperturas.

Un consejero que estrenaUna de ellas, aunque dedicada a otros cometidos y oficialmente no gestionada por Wonderland, es la Sala Berlanga de Madrid, concebida como un espacio a medio camino entre las salas de arte y ensayo y los viejos cines de barrio. Arteria ha sumado a su lista también en Madrid el Teatro Häagen-Dazs Calderón, propiedad inicialmente de Luis Álvarez. Este escenario, precisamente, levantará el telón el próximo 8 de septiembre con un nuevo espectáculo de producción privada, «Cómplices. El musical», basado en las canciones del grupo del título, el dúo formado en los años 80 por María Monsonis y Teo Cardalda. Este último es además uno de los miembros del Consejo de Administración de Arteria. El musical seguirá la estela de espectáculos basados en éxitos de un grupo (en España, el ejemplo más claro es «Hoy no me puedo levantar», basado en los «hits» de Mecano).Arteria es una sociedad privada, no una fundación, aunque a día de hoy su único socio es la Fundación Autor. Pero esto no significa que en el futuro no puedan entrar en la sociedad otros accionistas. El mismo año en que la Fundación Autor adquirió el 51% de Wonderland, cambió, lógicamente, la composición de los órganos de administración de esta empresa: desde el 6 de junio de 2009, Luis Álvarez es el director general y Teddy Bautista el presidente, además de consejero. Junto a Bautista y Álvarez completan el Consejo de Wonderland las hermanas del productor, Ana Laura y Miriam Leticia Álvarez, pero también cuatro altos cargos de SGAE: Pablo Hernández Arroyo (consejero), Olalla Fernández de la Riva (consejera), Colma Gota Thompson (vicesecretario) y Ramiro Osorio Fonseca (consejero)El caso de Osorio es especial: recientemente abandonó la presidencia de Arteria, que ejerció durante un año, desde 2009 hasta mediados de 2010. La versión oficial es que su salida del cargo se debe a problemas de salud. La «oficiosa»: la creciente influencia de Álvarez sobre Bautista empujó a dimitir al dramaturgo y ex ministro de Cultura de Colombia, que había llegado a Arteria como una figura de prestigio. LA RAZÓN contactó con Osorio y trató de que respondiera a varias preguntas al respecto sin que éste contestara. En cualquier caso, aunque no ya como presidente, sigue formando parte de la entidad, Arteria Promociones Culturales SL, que tiene sede en Barcelona, con Teddy Bautista, Olalla Fernández de la Riva, Natalia Gómez de Enterría y el propio Osorio como apoderados, y cuyo consejo de administración está formado por Teo Cardalda, Bernardo Fuerriegel, Sole Giménez (de Presuntos Implicados), Albert Guinovart, Cristina Hoyos, Rosa León, José Ramón Julio Márquez, Claudio Gómez, Inma Serrano y Manuel Ruiz, además de representantes de Sony ATV Music, EMI Songs España y Pablo Hernández Arroyo como secretario. Conocer los nombres revela conclusiones curiosas.

Cargos compartidosSe repiten así algunos nombres en los órganos de administración de Wonderland y Arteria. O, dicho de otra forma: la SGAE ha creado una gran red de teatros, Arteria, con dinero de sus socios (recaudado por imposición legal) que gestiona una sociedad limitada elegida a dedo, comprada al 51% por la propia SGAE, y en cuyos órganos de gestión se cuelan altos nombres de la entidad de gestión. Hasta hace dos semanas, no había habido cambios en ninguna de ambas entidades desde junio de 2009. El siguiente terreno que dará que hablar será cómo se gestiona la programación de la red. El estreno de «Cómplices» es el primer dato que hace pensar que todo queda en casa.Ayer, en la presentación del musical «Cómplices», LA RAZÓN preguntó a Cardalda sobre el hecho de que un teatro de Arteria estrene el musical de un miembro de su Consejo de Administración. «Es normal siempre que pagues lo que tienes que pagar. Arteria es ahora mismo la red de futuro para este país». El músico asegura que «siempre se barajó para el estreno este teatro. Desde el principio estuvimos en el Calderón». También explica que «en este caso yo tengo una productora detrás (se refiere a Coral Europa, del productor privado Juan Baena), y Arteria no va a producir por ahora. Probablemente va a empezar a producir o coproducir dentro de un tiempo, cuando esté todo ya estabilizado. Tiene sus espacios al servicio de sus autores. Ése es el plan». Sí, pero ¿de qué autores?En cuanto al musical, se trata de una historia con los temas más conocidos del grupo –habrá hasta 24 números musicales–, entre ellos «Es por ti», «Hay noches que sueño», «Cuando duermes» y «Ojos gitanos». Andreu Castro ha escrito el guión y dirige esta historia de ángeles que se encarnan en humanos para encontrar la felicidad, y que estará protagonizada por Borja Voces, María Vilumbrales y Marc Pareja, además de contar con la participación de Belinda Washington.

A golpe de talonarioArteria adquirió dos emblemáticos teatros de Madrid, el Lope de Vega y el Coliseum, propiedad ambos de la familia Soler. Los tenía alquilados hacía años la empresa de los grandes musicales, Stage Entertainment. Como inquilina, ejerció su derecho de tanteo y ofreció 25 millones de euros por cada uno, pero la propiedad pedía 30. Lo curioso es que, siendo éste el precio lógico (el Palacio de la Música, de características similares, se vendió por 34), la SGAE se descolgó con un precio desorbitado: 90 por ambos.

Una dura «competencia desleal»La red Arteria supone la gestión de varios grandes teatros en Madrid, hasta ahora en manos de empresas privadas. Los empresarios «de paredes» de la capital se encuentran, en general, molestos con el nuevo rumbo de la SGAE. Para Jesús Cimarro, fundador de Pentación, que gestiona el Teatro Bellas Artes, «la SGAE es libre de hacer lo que diga su Consejo de Administración a la hora de invertir su dinero. Pero no me parece lógico que eso lo hagan ellos. Creo que cubren la parte legal, pero no la estética». Y añade: «La clave está en ver qué hacen con su programación. Para los productores de compañías es un nuevo mercado que se abre, pero para los empresarios de los teatros es una competencia nueva que paga a bajo precio». Se refiere a las compañías que actúan «a taquilla»: un empresario de sala suele ofrecer entre el 50 y el 70 % de lo recaudado a los artistas; Arteria está llegando a dar el 80. Alejandro Colubi, empresario de los teatros Maravillas, Arenal, Marquina y Príncipe-Gran Vía y presidente de la Asociación de Empresarios de Locales de Teatro de Madrid (Adetma), mantiene que «somos el colectivo más afectado por Arteria», y denuncia una «competencia absolutamente desleal a los locales. Ésa no es la misión de la SGAE. Su labor sí debería ser que nuevos autores, sobre todo españoles, subieran a los escenarios: lo que no puede ser es convertirse en productor y distribuidor de un musical norteamericano». Igual de tajante es Enrique Cornejo, empresario de los teatros Muñoz Seca y Reina Victoria de la capital, además del Zorilla de Valladolid: «De donde menos debería venir la competencia es de la SGAE, es un contrasentido. Queriendo o sin querer, es nuestro intermediario con los autores y nuestra herramienta recaudatoria». Y, aunque aplaude que Arteria coproduzca espectáculos con productores privados, lamenta que esta competencia surja «en el momento menos apropiado. Hacer esas inversiones millonarias ahora es ofensivo. Hay canales de apoyo a la divulgación cultural más baratos e interesantes». Quizá la única voz discordante de los empresarios teatrales madrileños sea la de Enrique Salaberría, propietario de Smedia, empresa que gestiona los teatros Alcázar, Gran Vía, Infanta Isabel, Fígaro, Nuevo Apolo y Nuevo Alcalá. Considera a Arteria como «un terremoto que nos obliga a reinventar nuestras posiciones. Es la evolución del sector, un cambio real». Para el empresario, se trata «del mejor proyecto de la historia del teatro en España», y añade: «Ha nacido un embrión que tendríamos que haber sido capaces de crear nosotros».