Gómez oculta a Zapatero y arrincona a Lissavetzky

Todos tienen un fin, evitar cambios de opinión de última hora. Para convencer al electorado, los socialistas han tirado la casa por la ventana. Lo primero que llama la atención de la carta que están buzoneando es que en su interior, además de las papeletas y sobres blancos y sepias de las candidaturas a la Asamblea y al Ayuntamiento de turno, hay dos cartas. A diferencia del resto de candidatos a la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez ha optado por realizar una carta de forma individual en la que, sobre todo, destaca el reverso. Una foto del candidato como las de los carteles que inundan las calles de la región en tamaño DIN A-4 y papel de revista que seguro alguno ha tenido ya la tentación de colgar detrás de una puerta.

En cuanto al contenido, Gómez recuerda a sus electores que se presenta «tras el proceso de elección democrática llevado a cabo en el seno del PSM» y promete un Gobierno de «transparencia, austeridad y proximidad». El socialista pide el voto para «impulsar políticas que nos ayuden a la recuperación económica» pero, a pesar de contar con el respaldo de un Gobierno central de su partido, no realiza mención alguna a las políticas nacionales del PSOE ni a su líder, Rodríguez Zapatero. En otro folio –el tamaño del póster de Gómez lo obligaba– el PSOE incluye en su sobre otra carta, en el caso de Madrid la del candidato Jaime Lissaveztky. Con una foto mucho más discreta, el «número 1» del PSOE para la capital asegura que lo que la ciudad necesita es «una buena, sensata y responsable gestión de los recursos», máximas que los socialistas no tuvieron en cuenta a la hora de diseñar el buzoneo.