Venezuela
El Festival de Málaga inundado por otra catástrofe natural
Resultaba imposible preverlo, pero el drama «Hora menos», que se presentó ayer en el Festival de Málaga, arrancó con unas imágenes que evocan el tsunami de Japón: las inundaciones que acabaron con la vida de miles de personas en Vargas, Venezuela, en 1999. «Es la historia de dos mujeres a las que una tragedia inesperada les cambia la vida», explicó su director y guionista Frank Spano. El realizador la definió como «una "road movie"atroz que busca la emoción del espectador». Esta coproducción hispano venezolana protagonizada por Rosana Pastor y Erika de Santiago no ha cargado las tintas contra la gestión de la tragedia: «Sólo me interesaba la política –añadió–, que se puede descubrir a través de la historia de estas dos mujeres», que llegan juntas a Canarias para comenzar una nueva vida. «Son dos personas incompletas y será en medio de la nada donde encuentren el sentido de su vida», comentó Pastor, que encarna a una enfermera española que verá su destino unido a la de una delincuente venezolana.
«Guardans y el dinero», la película, que se estrenará en Venezuela en noviembre y que busca distribuidor en nuestro país, sirvió para defender una vez más la fórmula de la coproducción, «no sólo para conseguir con mayor facilidad la financiación, sino también para encontrar un público más amplio». Curiosamente, la cinta no cuenta con el apoyo del Instituto de Cine español y sí con el venezolano porque, como criticó con acidez su productor, César Martínez, «nos dimos de bruces con que el señor Guardans cambió las leyes y dijo que las coproducciones las hacen quien más dinero tiene, algo que ocurre mucho en este país: al que más tiene más se le da, y al que más necesita más se le fastidia».
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